KonoHana: Amistad y Amor

Capitulo 40: El primer encuentro (2da parte)

-Como terminamos así?- se preguntaba Konohamaru algo impactado. Estaban los tres sentados en la mesa, Hanabi y Hiashi enfrentados y Konohamaru al medio; y en frente de ellos un festín de cena. Los hyugas comían en silencio, tal vez en un intento de ignorar el momento sentimental que padre e hija habían compartido.

Hiashi miro a Konohamaru y con su característico tono de voz lo invito a que se sirviera lo que deseara de la mesa – siéntete libre de comer lo que desees.

-ha-a si! Gracias por la comida! –respondió Konohamaru muy nervioso.

-Otto sama no entiendo, que significa esto?- por fin rompió el silencio Hanabi. Después de todo él se había opuesto a su relación, pero después los invito a seguirlo a la sala y ahí para sorpresa de la pareja tenían un festín esperándolos.

-la cena. – le respondió dirigiéndose a ella.

-eso lo se. Lo que intento decir es que... dices una cosa y...haces otra- Hanabi estaba confundida.

Hiashi la vio fijamente, cerró los ojos para buscar las palabras indicadas, los dos jóvenes esperaban su respuesta, y nuevamente los abrió para dirigirse a ambos – (suspiro) No es que me opusiera – explico – Necesitaba saber si podía confiar en Sarutobi . Me convencieron en el momento en que ambos entraron por esa puerta, sin embargo...-  sonrió derrotado –... quería aunque sea una excusa para golpear al hombre que se llevaría mi hija – confeso el padre.

-otto sama...- murmuro Hanabi.

Konohamaru de alguna forma pudo comprender los sentimientos de Hiashi, y se sentía aliviado de que le importara mucho su hija, más de lo que pudo imaginar. Volteo su mirada hacia Hanabi y ella sonreía feliz, se veía hermosa pensó.

-arg!  en aquel entonces Naruto si acepto mi reto!- se quejó el mayor.

-nii chan?!

- en serio?! –estaban sorprendidos.

-hu! Pensé que lo sabían – dijo extrañado el hombre.

-Buenooo...creo que nunca se lo pregunte a nee san. Cuando me di cuenta ya Naruto visitaba la casa muy seguida.

-creo que me lo menciono en algún momento, pero en aquel entonces solía ignorar sus conversaciones con respecto a lo enamorado que estaba de Hinata sama- confeso algo avergonzado el joven.

-ya veo.

-entonces como fue el enfrentamiento con nii chan?- pregunto curioso Konohamaru.

-ja el mejor que tuve –confeso.

-he?! Pero supongo que perdiste. Como es que nunca supe de esto? – se preguntaba Hanabi.

-estabas de viaje en una misión. Estuviste casi un mes fuera de casa, fue en esa época que nos enfrentamos – contesto Hiashi.

-debió de haber sido genial – confeso admirado Konohamaru, después de todo era un amante de las peleas.

-ja así fue – cerraba los ojos Hiashi, mostrando superioridad – me dejo golpearlo hasta que me canse.

-que? Entonces así fue como gano? – pregunto Hanabi, sin entender la historia.

-hu! Se quedó inmóvil mientras le lanzaba ataque tras ataque. Pero... no paraba de levantarse – recordaba con nostalgia y felicidad la mirada de determinación de Naruto – y al igual que vos no podía golpear al padre de la persona que amaba – se dirigió con una leve sonrisa a Konohamaru. Esas palabras lo habían conmovido, y sin darse cuenta sonrió también.

Hanabi los observaba a los dos –tal vez... se lleven bien después de todo- eso sin duda la ponía feliz, la imagen de los tres compartiendo su primer cena lo guardaría para siempre en sus recuerdos.

Hiashi levanto la vista para ambos y dijo -Está bien, tienen mis bendiciones para que estén juntos –y mientras sonreía le dijo a Konohamaru – cuida de mi tesoro más grande. - El joven sentía que ese hombre le estaba entregando lo mas preciado para él, así que solo podía contestarle con toda la sinceridad de su corazón –si!

Hanabi no pudo aguantar más, se levantó para correr y volver a abrazar a su padre.

-que pasa Hanabi? –preguntaba Hiashi con ternura, mientras ella ocultaba su rostro.

- es tu culpa por comenzar a decir cosas tan lindas.

-haaa supongo que es como dijiste... a medida que pasan los años me pongo mas sensible.

Era tarde, habían terminado de comer y Hiashi se despidió de Konohamaru, le había dicho que podía visitarlos cuando quisiera, después de todo reconoció que eran mayores y responsables. Y así el hombre volvía a su cuarto cansado por el mar de emociones, solo pensaba en descansar. Mientras se retiraba, Konohamaru vio en él no solo a la cabeza y líder del clan Hyuga sino también a un padre, a un hombre amable, algo caprichoso pero sensato y noble. Sentía respeto por ese hombre y agradecimiento de haberlo conocido más.

Mientras caminaban juntos era inevitable no darse cuenta del buen humor de la hyuga, su sonrisa lo demostraba. Konohamaru la observaba fijamente, ella estaba tan feliz que no se percataba de la mirada del joven en ella en todo el trayecto. Faltaba poco para llegar a la salida, Hanabi pensaba que le podía decir, la verdad es que no habían palabras para describir sus emociones, decirle que había sido un día muy importante para ella y que estaba feliz de estar a su lado no era suficiente- que podría decirle? - y al voltearse a verlo este le robo un beso. Un beso tierno y mágico. Se separaron lentamente sin dejarse de ver a los ojos,  sabían que querían un beso más antes de despedirse,  sus rostros comenzaron a acercarse mientras se perdían en la mirada del otro, sus labios se tocaron dando lugar a un beso lleno de amor y felicidad; cerraron sus ojos y se quedaron así, sabían que de aquí en adelante podrían estar juntos. Y al verse nuevamente rieron como unos niños mientras se tocaban sus frentes y se tomaban las manos.