KonoHana: Amistad y Amor

Capitulo Final: Konohamaru y Hanabi

Hanabi comenzaba a abrir sus ojos lentamente, la imagen comenzaba a tener forma y lo primero que encontró fue a Konohamaru que la abrazaba viéndola tiernamente.

-hola~

-hola

Y sonrieron felices al encontrarse, se sentía una gran tranquilidad mientras compartían sus miradas. Hanabi se separó para estirarse un poco y ambos quedaron enfrentados de costado en la cama.

-oi Konohamaru

-hum?

-dime. Fue mejor que en tu sueño?- le sonrió con una sonrisa burlona.

-...! – se sonrojo- otra vez? No vas a dejar de molestarme?- se quejó.

-nop. Mientras sigas poniendo esa cara tan linda- sonrió, al saber que se seguía apenando a pesar que ya lo habían hecho-no puedo evitarlo. Me encanta verte así.

-hu. Fue mucho mejor- confeso dándole la espalda. Ella se sorprendió por la confesión pero también la hizo feliz.

-oi Konohamaru! Déjame ver tu cara! – se abalanzó sobre la espalda del chico.

-no hagas eso! Puedo sentir tus pechos!- pensó sonrojado y se volteo para cumplir el pedido de la hyuga.

-jejeje así me gusta – dijo Hanabi al verlo –(pequeño suspiro) supongo que hay mañas que nunca cambian – dijo haciendo referencia a lo pervertido que era de niño.

-ha? Si en eso vamos tú eres la más pervertida de los dos- aseguro el chico.

-jajaja te recuerdo que tú me invitaste a tu casa solo para aprovecharte de mí... –fingía con una voz de víctima.

-Eso no es verdad – le dijo el chico, dio un gran suspiro y hablo mirándola a los ojos – yo... no te invite a mi casa con esas intenciones- confeso.

-he?- Hanabi comenzó a escucharlo atentamente.

Konohamaru se veía sereno, se volteo para abrir el cajón de la mesa de luz que tenía al lado de su cama, escondiendo el objeto con su mano.

-yo...- comenzó a sonrojarse – te amo Hanabi – la miro a los ojos y ella solo se fijaba en él – no quiero que solo seamos novios, quiero verte cada mañana como ahora – tomo su mejilla con cariño – quiero tenerte en mis brazos cuando caiga la noche – los ojos de Hanabi comenzaban a brillar por las lágrimas que se asomaban de la emoción –Hanabi Hyuga...- y abrió su mano para mostrarle lo que tenía, un anillo - ...quieres casarte conmigo?

-...! –las lágrimas salieron -si!... – y se abalanzo torpemente a su lado llorando mientras lo rodeaba con sus brazos –si!.. si!..si acepto!... –le temblaba la voz pero respondía emocionada mientras lo abrazaba.

Konohamaru quería llorar pero como de costumbre no quería ser visto por Hanabi, así que la abrazo escondiendo su rostro en su cabellera; mientras lloraba en silencio por la respuesta de Hanabi.

-esta chica...

-este chico...

-...a este ritmo voy a morir joven

-jeje- Hanabi lucia feliz viendo el anillo en su mano y Konohamaru solo la veía sonriente.

-lamento no habértelo dado en un mejor momento- se disculpó.

-qué?- no entendía esa disculpa.

-quería dártelo junto con las azaleas – confeso – pero cuando me arrodille para pedirte matrimonio, al abrir la caja estaba vacía. "esto no me puede estar pasando!" me dije. Y entonces recordé que no verifique que estuviera en la caja por apuros de llegar antes para dejar el ramo de azaleas en el lugar- relato apenado.

-eso explica porque te tardabas tanto cuando te sentía cerca.

-hu...después no sabía qué hacer. Si citarte otro día o buscar la manera de preguntártelo en ese mismo momento, pero pensar en lo tortuoso que sería esperar un día más me termine decidiendo a invitarte a mi casa para buscarlo.

-eso explica porque estaba tan nervioso. Eso me hace ver como la pervertida- se dio cuenta Hanabi, al escuchar la verdad.

-además no sería la primera vez que vas a mi casa, pero tu malinterpretaste todo- la miro fijamente– pervertida. – reafirmando lo que decía.

Hanabi sentía que le habían hecho hake- ja hubieras dicho que íbamos a retirar algo, desde el principio todo indicaba a algo como esto- intento defenderse.

-hu pero no quería que sospecharas de mi propuesta- dijo apenado-Te lo iba a pedir de regreso a tu casa en el camino al lado del río, pero... todo se fue yendo en otra dirección...- confeso colorado al recordar lo que hicieron, desviando la mirada.

-hu..-ella también se sonrojo al recordarlo.

-nee Konohamaru cuando lo decidiste? –Pregunto curiosa, quería saber desde cuando él quería pasar su vida con ella.

Él la vio – como si pudiera negarme a esa linda sonrisa – fue el día que me encontraste mal, ese día lo había entendido... la posibilidad de perderte y que me odiaras me asusto, sin saberlo ya te consideraba en mi futuro, compartiendo nuestros sueños y estando a tu lado. Ahí lo entendí, que quería pasar el resto de mi vida contigo.- con cada palabra sincera de Konohamaru, Hanabi se emocionaba a tal punto de querer llorar, pero no lo haría; solo quería escucharlo – por alguna razón recordé el festival y te cite ahí, al día siguiente partí de konoha para buscar las azaleas.

-buscarlas?

-hu! Resulta tardan aproximadamente un mes en crecer – dijo viniéndole otra cosa más a la mente, miro ha Hanabi- (suspiro) aquí viene otra larga historia....- volvió a relatar –yo te las quería dar el día que me confesé en la Roca del Hokage. Pero cuando fui a la florería a comprarlas me entere por Ino san que esas flores tardan en crecer y que las veces que las compraba era porque ya estaban preparadas con tiempo para cuando iba a visitar a mis padres; pero que si me interesaba la próxima vez había un lugar que las cultivaban todo el año pero que quedaba varios días de viaje. También fue complicado que sobrevivieran al viaje... –recordó por lo que tuvo que pasar para mantenerlas con vida hasta llegar a konoha. Por eso quería que fuese ese día junto con las azaleas.

Hanabi lo veía cálidamente, le provocaba una ternura como se apenaba por las cosas, que se acercó para darle un dulce beso en la mejilla y decirle desde lo profundo de su corazón – fue perfecto. –Konohamaru se sorprendió por sus palabras- todo fue perfecto ...- le sonrió – absolutamente todo...-no dejando duda en el joven y haciéndolo feliz.

-Konohamaru yo también tengo algo que confesar- sonrió – yo también pensé en que quería pasar el resto de mi vida contigo. Es por eso...que no dude en responderte – le regalo una gran sonrisa – no crees que es genial? Estamos sincronizados~- he?!- pero al abrir los ojos se encontró con un Konohamaru boca abajo cubriendo su cara con la almohada.

-Nunca entenderé como hace Hanabi para que me ponga así de feliz –se ocultaba.

-oi Konohamaru- volvió a llamarlo para que se voltease a verla.

-hu?...

-te amo!- le sonrió con todo el amor que le tenía.

-hu...yo también te amo...Hanabi.- le regalo una tímida sonrisa pero con el mismo sentimiento.

FIN