KonoHana: Amistad y Amor

Capitulo 42: Noche estrellada

La noche cayó y como era de costumbre los dos volvían juntos caminando. El tiempo había pasado volando en la casa de los Uzumakis. Habían llegado al camino cerca del rió, tal vez por el hecho de ser una zona oscura hizo que el cielo se viera más estrellado que nunca. Konohamaru voltio su mirada a Hanabi, esta no paraba de observar fascinada las estrellas.

-podemos ver las estrellas- sugirió.

-si– respondió con una sonrisa cálida.

Los dos bajaron cerca del rió, se sentaron juntos; el mismo brillaba por el reflejo de las estrellas y la tranquilidad los invadía. Hanabi sintió la necesidad de estar más cerca de Konohamaru, después de todo se sentía muy feliz de estar a su lado. Muy lentamente se acercó y se apoyó en su hombro. Konohamaru la sintió, ese pequeño gesto hizo que su corazón se sintiera tan cálido así que le respondió de la misma manera acercando su cabeza a la suya y tomando tímidamente su mano. Los dos dejaron de ver las estrellas y cerraban los ojos en un intento de sentir el calor del otro y de recordar ese momento.

-Hanabi...

-hum...

-no querías ver las estrellas?...

-hu, pero prefiero estar así... contigo Konohamaru- termino con una sonrisa sincera.

-...- como es que dices algo así tan fácilmente?...- se sintió algo avergonzado el joven. Pero, esas palabras le habían dado la fuerza para dejar su mano y rodearla entre sus brazos para así caer juntos en el pasto. Hanabi estaba encima de él en su pecho; Konohamaru la abrazaba cálidamente como si de algo preciado y delicado se tratase.

-Konohamaru?...- lo nombro algo impactada y ruborizada.

-...así podremos ver las estrellas y ...estar juntos – los ojos de Hanabi brillaban.

-si haces eso...haces que me enamore aún más...- se confesó a si misma –yo también ... - comenzó a buscar su rostro - ...quiero que sientas esto que estoy sintiendo...- un beso inesperado fue lo que le regalo. Un beso sincero y lleno de sentimiento. Konohamaru sentía que le era robado el aliento, esa mujer era capaz de hacerle sentir que tocaba el cielo en solo un instante. Y cuando por fin pudieron encontrarse sus miradas, Hanabi lucia linda pensó Konohamaru, sus ojos estaban brillosos y su rostro ruborizado, un rostro tímido y apenado que solo él podía ver.

-hu...tienes razón, así podemos ver las estrellas – dijo volviendo su lugar, al pecho del joven en un intento de esconder su timidez.

-Hanabi...

-hu...

-Te amo.

-waa! P-por qué?! Dices algo así de repente! –dijo toda nerviosa al escuchar  palabras tan fuertes.

-porque es la verdad- le sonrió sinceramente. Al verlo hizo que Hanabi se sintiera tan vulnerable.

-haa...- suspiro – yo también te amo...- dijo torpemente mientras se acurrucaba y Konohamaru la abrazaba con ternura.

-estas vacaciones...siempre las tendré en mi mente.

-yo igual... Nunca creí que sentiría algo así por ti je.

-ja como son las cosas...- Konohamaru sonrió, entendía muy bien las palabras de Hanabi.

-Konohamaru...

-humm...

-gracias por ser mi amigo...por brindarme tu apoyo, acompañarme a casa todas esas noches, reír conmigo y cargarme tantas veces- levanto la vista para verlo a los ojos – por cada uno de los momentos que compartimos juntos desde que nos conocimos. A todos ellos... los atesorare en mi corazón – sonrió.

Konohamaru se conmovió al escucharla, sentía ganas de llorar, se preguntaba cómo es que ella lograba hacerlo sentir así.

-Hanabi...- y nuevamente la abrazo con fuerza intentando esconder su rostro – soy yo el que debería estar agradecido por todas las cosas que hiciste por mí.

-Konohamaru...