capítulo 12

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[Casa de la familia Li | Tres días después]

Ambos llevaban al menos tres días de estar en una rutina que el final de esas noches de estudio e investigación, no parecía tan desagradable. Los dos salían de la universidad, y continuaban el resto de la tarde y parte de la noche buscando información para el trabajo que debían entregar en dos semanas.

Mulán incluso ya conocía el camino a la casa de la familia Li, sin mencionar que la confianza con el joven iba tan sólo creciendo inmensamente cada vez... y cada vez más.

Esa noche ya iban a ser las siete, los dos habían terminado con lo que les correspondía ese día, y ahora tan sólo debían esperar a que la lluvia que parecía no disminuir, se detuviera.

Mulán revisó su teléfono por tercera vez en menos de diez minutos. Estaba desesperada, casi segura de que Elsa la mataría si se enteraba dónde estaba.

Grace, la mujer de cabello canoso que servía a la familia Li, apareció en la sala de estar, justo donde sin dirigirse la palabra, ambos chicos se mantenían esperando.

—Joven Li, la tormenta está muy fuerte —ella habló, haciendo notable su presencia—. Si me permite opinar, creo que sería mejor que usted y la señorita se queden a dormir sólo por esta noche. Es muy peligroso salir con esta lluvia.

Shang la miró unos segundos, y luego se volteó hacia Mulán.

—¿Tú qué opinas?

La chica lo observó con los ojos bien abiertos, y él comprendió que era algo que debía pensar bien.

—Gracias, Grace —Shang retomó la palabra—. Te avisaré cualquier cosa.

—Por supuesto, joven.

La mujer abandonó la sala de estar, dejándolos solos nuevamente.

—Definitivamente no hay manera de salir, ¿verdad? —Mulán, quién mantenía una expresión preocupada en su rostro, habló para el chico.

Shang la comprendía, entendía perfectamente su preocupación, después de todo ellos hacía tan sólo cinco días que llevaban de hablarse...

—Si quieres que nos vayamos, sé que puedo conducir hasta las fraternidades.

—Pero es peligroso, ¿no? —ella hizo una pausa, intentando leer la disimulada mueca que Shang había esbozado. 

Mulán vaciló con la mirada antes de suavizar la voz y continuar hablando.

—Tal vez sí podemos quedarnos aquí —habló en voz baja—. Claro, siempre y cuando tú estés de acuerdo.

—Si tú lo estás.

Ella sonrió suavemente.

—Está bien —aceptó—. Sólo haré una llamada a mi amiga para que no se preocupe.

Shang asintió.

—Yo iré a decirle a Grace que prepare la habitación de huéspedes.

Ella también asintió en respuesta.

—Gracias.

Together & Tangled | Mulán & ShangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora