Together & Tangled | Mulán & Shang

jasmine & aladdín: ángel en llamas

El sudor recorría su cuerpo color canela, resbalando por sus curvas y empañando el top deportivo que poseía. Hacía ya varios minutos que la práctica de baile había terminado, mas, ella se había quedado a ensayar la ultima parte de la coreografía del último baile. La competencia estaría algo reñido este año, y eso la mantenía en un constante bucle de estrés, sumándole también el problema con Aladdín y el dichoso trabajo en parejas; eso la tenía con los pelos de punta.

Aún no se habían reunido, pero ella estaba consciente de que no podía escapar por siempre de aquel joven de tez morena.

Se acercó al reproductor y puso una música para despejarse. Colocó 'Cry Baby' y comenzó a moverse al compás de la música, relajando su cuerpo y mente ante el éxtasis de la tranquilidad y la libertad. Sus manos recorrieron su cuerpo, sintiendo las vibraciones y la forma en la que melodía se fusionaba con su cuerpo, y lo guiaba. En ese preciso instante, todo desapareció, todo dejó de existir, solo era ella en aquella habitación, dejándose llevar.

El repetido golpeteo provocó un respingo de la parte de la morena, volteándose hasta el origen del sonido, sonriendo levemente. Anders estaba recostado en el umbral de la puerta con sus brazos cruzados y con una sonrisa un tanto graciosa.

—Pero miren que me trajo el genio de la lámpara, una hermosa doncella —se acercó hasta ella sin quitar esa sonrisa idiota de su rostro.

—Una doncella muy sudada; déjame ir a lavarme aquí a la duchas y vuelvo.

Él asintió y se sentó en el suelo.

(...)

La joven detuvo la música y camino hasta los vestidores, desnudándose y entrando a la ducha que estos tenían. No duró mucho en ella, no quería dejar al joven solo afuera mucho tiempo. Agradeció internamente que el salón de baile tuviera sus vestidores y su respectiva ducha, así no tendría que mostrarse en top y shorts cortos por todo el campus hasta las duchas del gimnasio.

Salió envuelta en una toalla, abriendo su casillero y sacando la mochila que tenía su ropa limpia; dentro dejó la sucia y se dispuso a cambiarse con rapidez, y así no dejar esperando al joven que se mantenía esperando en el salón.

Salió con su mochila y observó con una sonrisa a su compañero, quien mantenía su vista en el celular y haciendo muecas conforme jugaba. La morena se acercó hacia él con sigilo, y se sentó en el frio suelo junto al chico, abrazando sus piernas.

—¿Tienes planes para hoy en la noche? —preguntó de repente su compañero, apartando la vista del celular.

La morena suspiró.

—Sí, tengo que ponerme de acuerdo con Aladdín para el trabajo en parejas que nos asignó el decano; la fecha de entrega se acerca y no hemos hecho nada.

El joven se removió en su lugar, disgustado, mientras Jasmine lo miró confusa.

—¿Todo va bien, Andy? —preguntó ella con dulzura.

—Claro que sí, Jass, solo que de verdad me disgusta que tengas que reunirte con ese tipejo —bramó con desprecio.

—¿Y qué tiene de malo ese tipejo? Es un chico como tú y como yo, solo que es algo... diferente —respondió, con cierta duda.

La morena aún no estaba completamente convencida de que el joven Aladdín hubiera sido quien robó su brazalete. Y claro que tenía en cuenta que lo había encontrado en su mochila, pero aún así, su mirada demostraba todo lo contrario, mostraba transparencia; ella sentía que él era inocente a pesar de que todo erradicaba que había sido el moreno quien lo había robado, o al menos hasta que se demostrara lo contrario.