capítulo 7

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[Fraternidad DK's, Cocina | Unas horas después]

-¿Ustedes también notaron a Shang algo raro antes de la práctica? Como inquieto, o incómodo -dijo Ling-. Claro que luego cayó en modo capitán, pero hablo de antes de eso.

Chien Po, un chico grueso y de cabeza rapada, volteó a ver a su amigo.

-¿Justo después de que lo encontramos hablando con la chica?

-Exacto, Po. Tú sí sabes de lo que hablo.

Adam se había levantado a servirse un poco más de refresco, pero al escuchar las cosas que estaban hablando los dos asiáticos, se volteó de inmediato hacia ellos.

-Esperen... ¿Shang hablando con una chica?

Chien Po asintió.

-Sí.

Y Ling continuó esta vez hablando.

-¿Has visto a la chica asiática, bastante linda por cierto, que siempre está junto con la bonita pelirroja de cabello alborotado, y que...

-Ambas están en el club de arquería, ¿no? -Yao, un joven algo gruñón a veces, y de cuerpo bien trabajado, se unió a la conversación.

Los tres asiáticos y Adam, se encontraban en la cocina pasando el tiempo y terminando de comer una pizza que habían pasado a comprar después del entrenamiento del equipo.

El castaño se quedó boquiabierto.

-¿Ustedes están diciéndome que Shang estaba hablando con Fa Mulán? ¿Shang, Shang? ¿Nuestro Li Shang?

Yao se cruzó de brazos, e hizo una expresión divertida pero al mismo tiempo parecía confundido.

-¿Hay algún problema con eso?

-Creo que la estaba ayudando con una de las máquinas -explicó Chien Po-. Pensé que les tenía miedo a las chicas -añadió, haciendo que Ling soltara apenas una risita silenciosa.

Ling se volteó hacia Adam.

-¿Te refieres a que a Shang podría...? -se detuvo, procesando la información.

De repente, escucharon unos pasos acercándose a la cocina.

-Hablando de coronas, y el rey que se asoma -soltó Yao, cruzándose de brazos para luego observar como Shang entraba a la cocina, justo donde estaban ellos.

Ling lo miró extrañado, y arqueó una de sus cejas.

-Así no es como dice.

Yao se volteó hacia él, con irritación.

-¿Importa?

Adam les hizo una seña para que se callaran, mientras Shang se servía un vaso con agua del grifo, pero no tardó en incomodarse un poco al notar las miradas insistentes que podía percibir por parte de los cuatro chicos que yacían sentados a la mesa que estaba en la habitación.

Su mirada viajó desde Adam hasta cada uno de ellos.

-¿Qué? ¿Qué hicieron? -preguntó, sospechando que se traían algo entre manos.

-¿Por qué tendríamos que haber hecho algo? -preguntó Ling, soltando una risita nerviosa.

Shang lo miró con obviedad.

-Porque no es que tengan expresamente caras de ángeles -dijo, para luego dedicarse a revisar la nevera, buscando algo para hacer de cenar.

Sintió como Adam se acercaba a él.

-¿Por qué no me has contado de tu nueva amiga? -habló con un tono de voz burlón, apenas audible para ellos dos.

El asiático lo miró con notable interrogación, sacando de la nevera una jarra con jugo para luego cerrar la puerta.

Together & Tangled | Mulán & ShangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora