capítulo 22

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[Fraternidad Ladies D, Habitación de Mulán y Mérida]

[Narrado en primera persona: Mulán]

Mérida llevaba más de diez minutos caminando de un lado a otro, buscando en su cabeza una manera de comprender lo que su amiga le acababa de decir.

—¿Me puedes explicar qué fue exactamente lo que sucedió? —preguntó por segunda vez.

Me mantuve con los ojos clavados en el techo de la habitación, acostada de espaldas en mi cama.

Estaba cansada, y me sentía totalmente rota desde adentro... No. No solo rota, sino vacía.

—¿Qué quieres que te diga? Se dio cuenta. Me expulsó del equipo.

Le dije sin mostrar expresión o sentimiento alguno en mis palabras. Simplemente no me sentía bien con seguir hablando sobre ello.

—Pero, ¿solo así?

Sí, solo así.

¿Increíble, no?

—Pensé que Shang era diferente, en verdad lo pensé —susurré, más para mí misma que para Mérida—. Incluso pensé que estaría sorprendido cuando le dijera que era yo.

—Y sí que se sorprendió —ella soltó entre dientes.

En verdad, que no estaba de humor para los comentarios de mi amiga. No en ese momento.

Sentí mis ojos humedecerse una vez más y volteé mi cabeza hasta dejar mi mejilla sobre la cama. No quería que ella me viera así. En realidad, no quería que nadie me viera así.

—Mérida, quiero estar sola —apenas logré decirle—. Podrías dejarme sola, ¿por favor?

Ella suspiró.

—Sí, claro —accedió sin más, pero luego la sentí acercarse al borde de la cama hasta tomar mi mano y regalarme un suave y amistoso apretón en ella—. No me gusta verte así, Mulán... Te quiero.

—Yo también te quiero, pero necesito pensar en todo... sola.

Mérida asintió y no se tardó en escuchar la puerta cerrarse tras ella al salir.

Todo eso parecía una pesadilla. El dolor. Las lágrimas. El nudo presente en mi garganta. La discusión con Shang. La decepción en sus ojos...

Todo parecía demasiado irreal, pero era consciente de que no podía ser más real, porque tal vez y después de todo, Shang sí tenía razón... Tal vez sí lo perdí todo.

Sin darme cuenta, con cada minuto, palabra, o paso que daba, tan sólo iba perdiendo inconscientemente todo lo que me importaba en ese momento... Y para mi desgracia, parte importante de ese todo, era él.

(...)

[OMDU | Un día después]

Aunque Shang era uno de los chicos más codiciados de la universidad, y en realidad, él nunca se metía en los asuntos de otros. Pues en lugar de tener demasiados enemigos, los chicos lo admiraban y respetaban, pero esa historia era tan sólo un enorme cliché a los ojos de cierta persona. Su nombre era Shan Yu.

Shan Yu tenía un pasado en común con el ahora capitán del equipo, pues ambos chicos eran los mejores en el grupo, no hace muchos años atrás. Y realmente no había ninguna rivalidad por parte de ambos, tan sólo disfrutaban el practicar de las artes marciales como los demás. Pero eso cambió el día en que ofrecieron el puesto de capitán del equipo al chico que calificaran mejor, y por supuesto, ese chico no fue Shan Yu.

Together & Tangled | Mulán & ShangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora