1721
Una ráfaga de viento alboroto su cabello sedoso y las últimas hojas del gran árbol de roble cayeron.
Pedro el grande estaba a punto de posicionarse y de ser reconocido como el nuevo emperador del Imperio de Rusia, batalla tras batalla lo habían hecho merecedor de ese puesto. Países que antes pertenecieron a Agar ahora eran parte del gran imperio Ruso. Había sucedido lo que en un tiempo más temia María Teresa, Rusia dueña del Imperio que tanto temio.
La ceremonia transcurriria en el mismo castillo que fue testigo del amor y la tragedia. Donde cada uno mostró cada parte de sí que el mundo no observaba.
María Teresa estaba justo a las afueras del castillo cuando Pedro entró, se logró esconder detrás de una grande estatura y oyó perfectamente como era llamado emperador el hombre que era notoriamente ruso por su acento. Las lágrimas resbalaron de sus ojos. Estaba llena de ira.
-La posesión será hoy en la noche, aquí mismo, vayan preparando todo no quiero llevarme sorpresas- dijo el hombre ahora emperador.
María Teresa pensó en que esa era su forma perfecta de llegar a él y acabar con su vida. No permitiría que el reinara ni ningún otro ruso.
Benjamín estaba al borde del llanto. Veia las prendas de María y se sentía tan dolido. Había entregado cada parte de él, y ella nunca lo consideró tan importante en su vida. Ella jamás lo amaria de la forma que amó a Felipe Retuart. Más sin embargo su amor era tan ciego y dependiente que estaba casi por terminar el barco que llevaba meses construyendo.
Justo en la proclamación de emperador de Pedro, María Teresa se había colado con su elegante antifaz y su aire notorio de persona de la realeza.
Benjamín había salido en la mañana sin poder resistir más con un barco todavía con defectos que por milagro había llegado justo para el brindis de la fiesta elegante en el castillo. Sabía que ese era el lugar donde primero iría María Teresa. Demoró para encontrarla pero la halló por su inconfundible marca de una cruz en la espalda. Símbolo de muerte, que aparecía en todos los que una vez murieron.
El baile comenzó y ella buscó cautivar con su mirada al emperador logrando que la sacara a un baile. Pedro la miraba con lujuria y Ben sentía que algo le quemaba por dentro. No sabía si a quien odiaba era a María por ser una enferma de poder dispuesta a todo o a Pedro por mirarla de esa manera.
Poco después del baile hombres llegaron por la doncella quien sonriente fue hasta el aposento de Pedro. Seguida por Benjamín.
Un sirviente pasó con licor y Ben lleno de rabia tomó la primera copa. Comenzó a ahogarse cayendo en el suelo como una sensación de ardor infernal en su garganta.
María Teresa salió poco después de ver que el vino demoraba. Vio el cuerpo de Benjamín sin vida y supo cuanto lo había amado pero nunca había aceptado.
Lloró a Benjamín, en silencio para mo ser escuchada y luego sacó su daga y la encajó en su garganta. El líquido Escarlata se deslizó por todo el pasillo mientras ella moría lentamente con él en los brazo.
Volvió en sí luego de haber consumido aquella bebida alucinógena. Tenía lágrimas en los ojos y sentía el mismo vacío que había sentido cuando murió Felipe. Los nativos dijeron algo en su idioma y la dejaron ir, ella corría temiendo que todo lo visto hubiera sido real. Entrando a la choza con afán y buscando a su amado. Envolviendolo en un abrazo.
- Si no te he dicho te amo es porque aquella frase suena muy pequeña para lo que siento, tu eres mi fiel guardián, mi cómplice y mi amante. Mis sentimientos por ti no tienen una definición exacta sólo sé que el simple hecho de perderte me aterra.
Benjamín se dio la vuelta y tocó su frente buscando rastros de fiebre y olio su aliento en busca de alcohol encontrándola sobria y sana la besó como no lo había hecho antes, está vez sabía que su amor era correspondido.
La emperatriz disfrutaba su compañía pero algo seguía torturandola. El hecho de que Rusia se hubiera adueñado del Imperio por el que tanto luchó.
Y su visión no era del todo falsa Pedro el grande era el emperador del Imperio Ruso que ahora tenía bajó su mando países que estuvieron gobernados por Agar. Quizás la visión no era entonces real pero podría llegar a serlo.
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Guerra De Imperios
Historical FictionUn país utópico, se convirtió en el imperio más grande la historia, pero que fue borrado para siempre sin explicación alguna, no hay datos ni referentes históricos sobre el. De este lo que más resaltaba era su emperatriz que más tarde se convirtió e...