— Debes hacer algo aparte del sacrificio y es buscar a la creadora de la maldición.
— Está muerta— dijo Marella con amargura.
— Aparte de buscar sus restos, hay una descendiente de ella que permite que la maldición persista. Se necesita de su presencia en el conjuro.
— ¿Cómo sabremos quién es?
— Es un mundo donde la magia decide detrás de una pantalla.
La silueta se esfumó y Hawkings y López estaban tan cansadas de este largo trayecto, primero había sido la búsqueda del collar y de la principal Marella y ahora tendrían que buscar a la culpable de todo.
— Han pasado más de 400 años, ¿cómo sabremos quién es esa descendiente?
— Un poco de artículos de historia, tienes la mujer más poderosa en la tecnología, ¿lo olvidas?
— Nosotras iremos a comer algo, no hemos comido en días.
Marella y María se quedaron horas buscando artículos donde se hablara sobre la gran enemiga de Marella. Hasta que se cansaron sin obtener nada y terminaron en el sofá dormida una encima de la otra. En un momento María se movió y le pegó una patada en la barriga a Marella y ella despertó, adolorida y sin aire. La sacudeo y le pegó una cachetada.
— ¡Oye por qué me golpeas!— le gritó.
— Tú me pegaste primero mientras dormías.
— No es mi culpa que ocupes tanto puesto. ¡Quítate!
La empujó al suelo y a la vez rodó con ella. Se quedaron frente a frente, sintiendo esa fuerte conexión y vínculo que iba más allá del amor. Era esa cercanía y compresión, pues ambas estaban malditas y dañadas. Viviendo una eternidad dolorosa. Dos almas etéreas.
Marella dio el primer beso y luego María le siguió, introdujo su lengua y saboreo aquella boca que le hacía sentir un poco de paz. Se dio la vuelta y quedó encima de ella. Lamió su cuello y se dejó llevar por sus deseos más oscuros. La inmortalidad te hace perder el control de tus impulsos y aumenta tus deseos más ocultos.
Marella subió el vestido de María y acarició sus bragas húmedas. Ella arqueo su espalda y lamió el cuello de Marella. Con gran desespero le quitó la ropa. Estando desnudas tomaron consciencia de lo que estaban haciendo pero pasaron por omiso aquello.
Marella saboreó los pezones de María con su lengua y luego bajó hasta su sexo humedecido. Lamió una y otras vez y luego María le dio el mismo placer.
Sus vaginas se rozaron y se movían de manera rápida soltando gemidos, sintiendo que todo lo retenido lo dejaban soltar.
Se detuvieron cuando llegaron al clímax exhaustas. Durmieron abrazadas completamente desnudas en el suelo.
Al día siguiente que estaban las otras chicas, ellas estaban sospechosamente nerviosas y se evitaban entre sí. López que era una experta en tecnología logró hallar un artículo que hablaba sobre la mujer que había lanzado la maldición a Marella, la que fue su cuñada por un tiempo. Esa mujer se casó con un conde y tuvo una hija la cual fundó una escuela y gracias al nombre de esa institución, hallaron a la última descendiente.
Su nombre era Rosaura, pelirroja, adinerada y con practicas esotéricas. En su instagram hacía historias haciendo lecturas de cartas, viajando por el mundo y encontrándose con la naturaleza. Era una bruja moderna.
— Es una bruja barata.
— Ni tan barata, ha logrado mantener esta maldición.
— Yo soy una reina ella es una plebeya.
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Guerra De Imperios
Historical FictionUn país utópico, se convirtió en el imperio más grande la historia, pero que fue borrado para siempre sin explicación alguna, no hay datos ni referentes históricos sobre el. De este lo que más resaltaba era su emperatriz que más tarde se convirtió e...