Amor En Libertad - Chriserick

Capítulo 10

- ¿De verdad? ¡Cool! Los chicos también te han extrañado mucho.

- Los chicos, osea que tú no.

- Claro, me incluyo en ellos, si te extrañamos, tu risa nos hace falta - respondí.

- ¿Solo mi risa?

- ¿Qué es lo que quieres escuchar? - pregunté confundido.

- Nada. Llevaré esto para que se caliente un poco - dijo tomando la pizza.

Lo ví meterse en la cocina, me alegraba que esté mejor, aunque si tenía marcadas sus ojeras.

Le dimos parte de la pizza a su madre, como Christopher aún no podía estar levantado, optamos por comer en su habitación.

- Tuviste suerte, hace poco hice la cama - comentó.

- Dejaré esto aquí, para que no te muevas mucho.

- Tampoco es que me esté muriendo. Ven, acuéstate, estás helado.

Levantó las sábanas permitiendo que me acueste, entre amigos nos teníamos confianza y agradecía que él no las rompiera aún sabiendo de mis dudas.

Traté de quitarles los bordes a su trozo de pizza, así se comía todo sin molestias.

- Gracias, debí llamarte antes - comentó.

- Pero preferiste preocuparme, tres días hablándote y nada, eso estuvo mal.

Tomó una almohada poniéndola en mis piernas, él ni siquiera preguntaba, solo se acomodaba.

Pusimos algo en la televisión para que el cuarto no se sienta tan callado, esperaba que al menos mi compañía estuviera siendo grata.

- No porque te vas a quedar dormido - dije quitando mi mano de su cabello.

- Al menos abrázame entonces.

- ¿Yo?

- Quién más - dijo. Volvió a tomar mi mano dejándola sobre su pecho.

- Los chicos dijeron que estabas raro ¿por qué?

- Ellos están locos, no tengo motivos para estarlo. ¿te parece que estoy raro?

- No, pero algo cariñoso, más de lo normal.

- Naaa, estoy igual man - dijo.

- ¿Que tienes a todo esto?

- Solo una gripe, nada grave, ya el lunes podré volver a retomar las clases, para mí mala suerte - bromeó.

- Nos queda solo este año bro, ¿tienes alguna idea de lo que harás?

- No, si fuera por mí no haría nada, ¿toda una vida estudiando para seguir con lo mismo? no es muy motivador.

- Completamente de acuerdo, seremos jóvenes estresados y sin motivación - añadí.

- Que futuro tendrá el mundo con nosotros - bromeó.

- El mejor - reí.

Era típico escuchar aquella frase "los jóvenes son el futuro del mundo" ¿pero por qué el mundo no nos entendía a nosotros?

En parte me da temor escoger algo que no sea realmente lo que quiero, tomar una mala decisión, pero tampoco quiero defraudar a mis padres, ellos quieren lo mejor para mí y aunque quiera o no, eso era una presión más para mí.

- Te fuiste - dijo tocando mi cara.

- Lo siento, tengo muchas cosas en mi mente.

- ¿Te sientes presionado?

- La verdad sí, a veces siento que voy a explotar entre tantas cosas - dije sincero.

Acomodó su cuerpo para verme sin ningún problema, lanzó una sonrisa sin causa o motivo.

- Me gusta tu forma de ser, eres tan...

- ¿Tan?

- Tan consciente de las cosas, sincero y aunque no lo creas, eres en cierta parte maduro, que suerte tengo.

- ¿Tú? ¿Por qué?

- Por tener una persona como tú, es difícil encontrar a chicos así de buenos.

- ¿Ves que estás raro? Exceso de ternura - sonreí.

- Te quiero bro, no quiero que lo dudes, eres simplemente increíble - dijo en lo que acariciaba mi mejilla.

- Yo a ti, personas como yo necesitamos locos como tú.

- Y lo tienes, me tienes.