Narra Erick.
Los jóvenes de hoy estamos sumados a mucho estrés, vivimos en una sociedad en la cual se nos inculca que debemos seguir todo al pie de la letra. Nacer para crecer, crecer para estudiar, estudiar para trabajar, trabajar para mantener a nuestra familia y al paso del tiempo morir.
¿En donde queda la felicidad y lo que es vivir la vida?
A veces me gustaría que se nos critique menos, que nos dejen vivir a nuestro ritmo, pero estamos tan atrasados como personas que todo lo distinto se transforma en críticas.
No digo que sea un joven triste, tengo apenas diecisiete años y me queda un largo camino por recorrer, pero también tengo mis miedos, mis secretos.
- ¡Que es la que hay Erick!
- Dímelo Zabdi - saludé con un choque de manos.
- Los chicos ya están adentro ¿pasamos o que?
- Dale, vamos.
Intentamos pasar entre los demás alumnos, siempre era lo mismo durante las mañanas, pasillos llenos de estudiantes esperando a que las puertas se abran, era una suerte que la nuestra esté abierta.
- Ya era hora bro - habló Richard para mi.
- Pero si aún es temprano.
- De hecho sí, es temprano, la novedad es que Zabdiel llegó temprano - comentó Joel.
- Este no es tu lugar, fuera - hablé para mi amigo.
- Solo es un momento y no reclames, yo llegué primero que tú.
- Locooo, me quiero sentar.
- Aquí - golpeó la mesa.
Negué riendo, Christopher a veces era un verdadero fastidio, pero en buen sentido de la palabra.
Estuvimos hablando de cosas normales y la mayoría sin sentido, este era mi grupo de amigos, éramos todos muy distintos pero nos llevábamos bastante bien.
- Chacho, esa chica estaba... - dijo el moreno haciendo un gesto.
- Solo porque era de tu gusto - comentó Joel.
- Se me olvidaba que tú vas pa sacerdote - bromeó.
Fue imposible no reír, en realidad por todo lo hacíamos, incluso en los peores momentos.
- No seas así man, déjalo - dije aún riendo.
- ¿Esos dos ya andan? - preguntó Zabdiel. Todos volteamos a ver a un par de compañeros de clase, era evidente que sí.
- Creo, no sé, no hablo con ellos - respondió Christopher.
- ¿Que opinan de ella? - preguntó Richard.
Ellos comenzaron a comentar cada cosa linda o que le parecía atractivo de nuestra compañera. Yo también me dediqué a mirar, pero a su novio.
- ¿Que dices tú flaco? - preguntó Christopher para mi.
- Sí es atractiva, solo que no muy de mi gusto - respondí fingiendo hablar de ella.
Desde pequeño he tenido muchas dudas de mi, de lo que me gusta o lo que quiero. Quizás estaba en la edad en donde las inseguridades están más que presentes y eso hacía que me limitara en gran parte.
Es algo que solo sé yo, intento no demostrar nada, el miedo a ser rechazado a veces es más fuerte que yo, las personas son crueles y no miden el daño que pueden causar con solo una palabra.
Sí, posiblemente sea un chico de closet, digo posiblemente ya que ni siquiera yo soy capaz de saber eso con seguridad, quizás quería evitar mi realidad o de plano no me aceptaba a mi mismo.
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Amor En Libertad - Chriserick
Fiksi PenggemarCuando hay amor verdadero, las críticas sobran.