Nos dio un poco de vergüenza llegar a comprar los condones juntos, quizás estábamos bastante paranoicos ya que la vendedora ni gestos hizo.
A veces las miradas de desprecio, las malas palabras o el simple hecho de un murmullo mal intencionado te vuelven inseguro, y eso nos estaba pasando, en ocasiones nos sentíamos como delincuentes que se ocultaban de las personas.
Procuré cerrar la puerta en caso de cualquier cosa, quería que Erick no se sienta inseguro.
- ¿Estás seguro? Aún podemos...
- Sé que no serás torpe, yo tampoco lo seré - respondió.
Lo acerqué un poco más a mi cuerpo, creo que ambos estábamos nerviosos.
A medida de que el beso se fue intensificando, sentí que era el momento de dar el otro paso.
Fuimos quitando nuestra ropa sin apuro alguno, no es que nunca nos hubiéramos visto sin camisa, pero esto era algo más de nosotros.
Ya recostado en la cama, me dediqué a explorar su cuerpo con mis labios, dejar pequeños rastros míos.
- ¿Me dejas comenzar? - pregunté.
Asintió sin articular ninguna palabra. Desabrochó mi pantalón dejando sentir su mano de una manera suave.
Solté un jadeó en lo que mi cabeza se inclinaba hacía atrás, fue imposible aguantar ante esos movimientos.
No me quise quedar atrás, quité lo restante de su ropa manipulando su erección a un ritmo calmado.
Abrí con sumo cuidado el lubricante, no quería dejar un desastre sin antes comenzar.
- Prefiero que solo lo apliques alrededor - comentó.
- ¿Seguro?
- Sí, es que será raro.
Di pequeños masajes en su entrada sin introducir mis dedos, no lo quería incomodar.
- Espera - pidió.
- ¿Hice algo?
- No, es que...¿y si grito?
- ¿Te da vergüenza?
- Algo.
- ¿Solo es eso?
- No, con esto podrías definir parte de tus dudas y...
Me incliné hacia él para depositar un beso, comenzaba a ponerse nervioso y en parte ese nerviosismo me lo traspasaba a mi.
Comencé a jugar con mi erección sobre su entrada, lo sentía muy tenso.
Cerró sus ojos al sentir como fui entrando, estaba costando un poco debido a su estrechez.
- No te contengas, quiero escucharte.
Era una sensación nueva para ambos, como dijo él, posiblemente iba a definir muchas cosas después de esto.
Se sentía tan bien, tan placentero. Mil sensaciones me recorrían el cuerpo, eran como pequeños choques de electricidad que me hacían vibrar.
Prefirió sentarse sobre mi, no le iba a impedir que vaya a su ritmo.
- No llegues - pidió en susurro.
- Intentaré.
- Creo...que necesitaré ayuda.
Me hizo salir de él para alcanzar un condón, lo puso en mis manos haciendo referencia a que sea yo quien lo ponga.
En ese momento sentí lo que probablemente él también, era un nerviosismo tan extraño.
- Hazlo de a poco - pedí en un beso.
- Creo que es suficiente - dijo cerrando el lubricante.
- Mierda - dije bajo soltando el aire acumulado.
Dejé caer mi cuerpo junto al de él, lo ayudé un poco para que no sea tan difícil su entrada.
- ¡Mmm...!
Sonrió al escuchar eso de mi, no sabía qué hacer ante aquello.
- ¡Ah! ¿Voy muy rápido? - preguntó sin detenerse.
Negué. Ya estaba sintiendo comodidad en sus embestidas.
No tenía claro que me gustaba más, penetrar en él fue algo que no podía explicar, y ahora que lo estaba sintiendo en mi, ya no era algo incómodo, en su comienzo fue doloroso pero de a poco fue cuando a una sensación más placentera.
- ¡Auch! - exclamó con mi cuerpo sobre el suyo.
- Estás tan...
- ¿Sudado?
- Iba a decir ardiente - respondí en risa.
- Qué estúpido - dijo tapando su cara.
Volví a introducir me pene en él, esta vez con movimientos más acelerados.
- ¡Chris...oh m-m-mier...!
- Ahora sí, vente - susurré.
- Hazme llegar.
Comencé a decir unas cuantas cosas en su oído, palabras y frases que normalmente sonarían bastante obscenas.
- Dale Erick.
- Ya casi...¡oh dios!
Inclinó su cabeza hacia atrás, algo salpicó en mi abdomen y fue el momento en el que decidí salir.
Subí y bajé mi mano en mi erección, esto era una como una pequeña desesperación.
Quitó mi mano para ser él quien me hiciera llegar, no le importó el hecho de que lo hiciera en su pecho, obviamente lo ayudaría con aquello.
- ¿Qué pasa? - pregunté al ver su mirada fija.
- ¿Te pasó algo o solo fue curio...?
- No lo digas - pedí limpiando su pecho.
- Necesito saberlo, ¿te pasó algo?
- Todo, me pasó de todo, y sabes qué, quiero más y más, contigo, con mi chico.