Amor En Libertad - Chriserick

Epílogo

- ¿Estás seguro de que era aquí? - preguntó Erick.

- Sí, eso me dijeron.

- ¿Justo hoy? ¡Chris, hoy pasaríamos nuestro día juntos! Ellos saben que apenas podemos tener momentos así.

- Déjame y le hablo a Richard.

Christopher 11:07 am.
En dónde mierda
están 😡

Rich 11:09 am.
Vengan a mi casa,
tuvimos un problema.

Christopher 11:10 am.
Erick está enojado 🙄
sabes que hoy es un
día especial.

Rich 11:12 am.
Solo vengan, somos
amigos, los necesitamos.

- ¿Ya vienen? - preguntó serio.

- No, de hecho Richard me dijo que vayamos a su casa.

- Christopher, estábamos esperando este día para pasarlo juntos.

- Quizás es algo urgente lo que necesitan, vayamos, vemos que necesitan y nos vamos ¿sí?

- Vélez no.

- ¿Me dijiste Vélez? ¿Pero por qué? Yo no tengo la culpa. ¡Erick! - abracé.

Deposité pequeños besos en su cuello, mi novio se ponía bastante nervioso cuando hacía eso.

- Está bien, vamos. Pero si es alguna estupidez te juro que los mato, es nuestro día - frunció el ceño.

Caminé a la par de él, a veces tiene un carácter que hasta a mí me da miedo hablarle.

Trataba de mimarlo, no me podía negar que le encantaba.

Toqué varias veces la puerta de la casa, pero Richard no abría.

- Mierda - dije entre dientes.

- Los quiero matar, te lo juro.

- De seguro...

- ¡FELIZ DÍA DEL ORGULLO GAY! - gritaron los tres a la vez.

Nos metieron casi a empujones, la verdad no entendíamos nada y Erick estaba convertido en el mismísimo color rojo.

- ¿Sigues enojado? - preguntó Richard.

- Ahora me siento mal - dijo aún avergonzado.

- No lo esperábamos en realidad, se pasaron de buenos chicos - agradecí.

- Esto es para ustedes, así andamos todos iguales, es la idea - dijo Joel.

Entregó un par de camisetas con los colores tan característicos de la que ahora era nuestra comunidad.

Observamos cada detalle, era algo de no creer, ellos se estaban tomando esta celebración en más profundidad que nosotros.

- No me dejes llorar - pidió en susurro.

- ¡Mi chiquito! - abracé.

- Dale, llora sin vergüenza - dijo Zabdiel.

Negó sin dejar salir ninguna lágrima, lo conocía, sabía que quería hacerlo.

Aún teníamos ese peso de que los chicos se hayan enterado por otras personas y no por nosotros, pero a la vez nos sentíamos bien, estaban siendo ese apoyo que necesitábamos.

- Les dije que esas eran las tallas, soy un genio - dijo Joel.

- Chacho, necesitamos una foto de recuerdo.

- Falta la bandera - comentó Zabdiel.

- Te la pasaron a ti ¿verdad Richard?

- Bro, tú la traías Joel ¿en dónde la dejaste?