No ingresé a la siguiente clase, dos razones me lo impedían. Christopher seguía en la dirección luego de que llamaran a su madre y el otro motivo, simplemente miedo.
Estaba preocupado, no pensé que reaccionaría así, no imaginé esta situación.
- Chris.
- ¿Qué haces aquí?
- ¿Qué te dijeron? ¿Tú mamá?
- Está hablando con la directora. Me suspendieron por tres días - respondió.
- ¿Y a Hugo?
- No, a él no.
- ¡Pero si él provocó esto!
- No dijo nada, no habló.
- ¿En serio? - pregunté confundido.
- Pero por conveniencia, no es tonto, de todos modos creo que fue bueno para los tres.
- Contra menos personas sepan, mejor.
Justificar no era lo mejor, de hecho no se debería en estos casos, pero aún no nos sentíamos preparados para que nuestras familias se enteren, menos por terceros.
Tomamos distancia por los pasos que se aproximaban, la cara de molestia de su madre era evidente.
- Vamos.
- Dame un momento.
- Christopher no empieces - advirtió deteniéndose.
- Estoy hablando con Erick, dame un momento.
- Apúrate si no quieres que te regañe aquí mismo.
Desvié la mirada, solo sentí los pasos de su madre alejarse, fue un momento bastante incómodo.
- Ven - pidió avanzando.
Lo seguí sabiendo a dónde íbamos, esta vez nos aseguramos de que realmente no haya nadie en el baño.
- No debí dejar que te pelees - hablé.
- Exploté, son tantas cosas que me he aguantado que esa provocación fue el paso para desquitarme, sabes que tengo poca paciencia cuando alguien me molesta.
- Lo sé, estabas incontrolable.
- Puedo aguantar cualquier cosa, que digan lo que quieran, pero pasó el límite, nadie tiene porqué tocarte - respondió.
- ¿Qué haré tres días solo? Se me harán eternos.
Abracé su cuerpo lo más fuerte que pude, no quería estar sin él.
- Intentaré hablar con los chicos, no quiero que te quedes solo, es lo que más me pesa de esto - dijo acariciando mi espalda.
- Los chicos ni nos hablan.
- Sí, pero que demuestren que son nuestros amigos.
- No los podemos obligar.
- Los necesitamos, no estamos haciendo nada malo, tienen que entender Erick, si no lo hacen ya no será nuestro problema, tampoco nos estaremos humillando, tenemos suficiente con todo el desprecio, si tenemos que ser los dos, seremos los dos.
- Los dos - sonreí.
Christopher se estaba volviendo mi sustento, estaba confiando más en mi, me estaba aceptando poco a poco y eso me aliviaba conmigo mismo.
- Creo que me tengo que ir, mi mamá es capaz de volver y llevarme de una oreja.
Asentí tratando de reír ante su comentario, pero fracasé.
- No me dejes solo, no quiero quedarme aquí - volví a abrazar su cuerpo.
- Erick, no me hagas esto.
- Lo siento, tienes razón, tu mamá te está esperando, se enojará más - reí.
Besó mis labios antes de irse, realmente no sabía que iba a hacer durante lo que restaba del día.
Sentí unos brazos rodearme nuevamente, volví a refugiarme en su cuerpo, no podía ocultar mi temor.
- No, no me puedo ir tranquilo, no puedo.
- Solo quieren hacer daño ¿por qué tienen que hacer eso? ¡En qué les afecta a ellos!
- Vendré a buscarte en estos días para llevarte a tu casa, así me quedaré más tranquilo ¿sí?
- Te diría que no, pero te lo agradecería mucho - respondí.
- No es nada, eres mi novio y te voy a cuidar.