Amor En Libertad - Chriserick

Capítulo 19

- Palito llegó - dijo Richard al verme.

- Odio estos malditos lunes - comenté.

- Una mierda - añadió Zabdiel.

- ¿Joel, Christopher?

- Uno en el baño, otro desayunando.

Me interesaba saber de ambos, al menos yo me siento extraño cuando el grupo no está completo.

Desde el día de la cita sentí que las cosas habían cambiado, un momento juntos era capaz de aumentar en gran porcentaje nuestra confianza como pareja.

- ¡Hola! - saludó.

- Chris - sonreí. Dejó su brazo descansar sobre mi hombro, nada fuera de lo normal.

- ¿Joel aún no vuelve? ¿Qué tanto hace en el baño?

- Masturbación mañanera.

- Richard, loco - reí.

- Man, ¿ustedes creen que Joel sea gay?

Sentí una presión en el pecho, traté de mantener mi postura firme.

- ¿Por qué? - pregunté para Richard.

- No lo sé, es tan callado, no mira a las chicas, se preocupa más por él que cualquier mujer en este mundo ¿no lo han notado?

- Él es así, tú también te preocupas mucho por ti - respondió Christopher.

- Sí, pero no al extremo de él.

- Naaa, yo no creo. Joel es disimulado que es distinto, yo lo he visto mirar a chicas, pero es muy cuidadoso - añadió Zabdiel.

- Igual, no tendría nada de malo que lo fuera ¿no? - agregué.

- Sí, si lo tendría - respondió el moreno.

- ¿Por qué?

- Ahí viene, no hablen porquerías - susurró Zabdiel.

Miré a Christopher quien solo se quedó en silencio, al igual que yo.

No sé en qué sentido lo habrá dicho nuestro amigo, pero fue inevitable no sentir ese incómodo temor al rechazo.

Pude notar que Richard tenía la típica imagen que tienen todos sobre los homosexuales, no era errada ya que a cualquier persona le gusta preocuparse de sí mismo, pero la forma y con los gestos que hizo aquel comentario, nos dio a entender su postura sobre el asunto.

No sabía en qué término Zabdiel usó la palabra "porquerías". Esperaba que no haya sido por la idea de un posible amigo gay, ya que sería una lástima, me dañaría mucho sentir que no nos llegaran a aceptar.

Le dimos tiempo para que se adelanten al salón, tomamos un poco de distancia para poder hablar entre nosotros.

- Eso fue extraño - comentó Christopher.

- E incómodo.

- ¿Serán homofóbicos?

- No lo podemos saber, solo fueron comentarios y gestos errados, preguntarles sería sospechoso.

- ¿Y nos quedaremos con la duda?

- ¿Tienes una mejor idea?

- Esto es complicado, sentí eso como un golpe bajo ¿sabes? - dijo sincero.

- No hay que contarles, ni ellos, ni nosotros estamos listos - dije.

Eran nuestros amigos y las personas en quienes confiamos, pero ante un tema como este no hay forma de no sentirte inseguro, te aceptan o te rechazan, no hay más opciones y yo no quería perder a los chicos que son como mis hermanos.

- Quiero tomarte de la mano, sé que no se puede y eso pesa.

- Ay Chris, no me digas eso - pedí deteniéndome.

- Me está costando, soy muy de piel y quiero, necesito darte cariño.

- Créeme que yo también muero de ganas por tomar tu mano, abrazarte, besarte, pero no se puede, no se puede.

Asintió intentando sonreír, noté como falló en su intento y no fue algo grato.

Prefirió adelantarse, lo observé en cada paso mientras por dentro moría de ganas por gritar que lo quería.

Aunque me costara y quisiera que las cosas fueran de otra forma, tenía que seguir y mantenerme en la realidad, por muy dura que esta sea.