- No quiero que te vuelvan a regañar - dijo sin querer pasar.
- Estoy solo, ya sabes, trabajan - dije.
Lo guié hasta el sofá, la mañana estaba muy fría como para que estuviéramos afuera.
Fui a la cocina para prepararle el desayuno, de seguro no había comido nada.
No me gustaba verlo así y yo sabía que a él tampoco le gustaba verme mal, pero tampoco podíamos ocultar lo evidente.
Subí corriendo en busca de una manta, la casa estaba helada.
- Ten, no quiero ni que el frío te toque.
- ¡Qué lindo eres! Gracias - sonrió.
- ¿Estás más tranquilo?
- Eso quiero saber yo de ti, no me gusta que llores - dijo acariciando mi mejilla.
- Pero hay que verle el lado bueno, me desahogué - sonreí.
- Te quiero.
- Yo a ti - respondí.
Deposité un beso para volver a la cocina, si podía hacerlo sentir bien, lo haría sin pensarlo.
Si me viera mi madre no lo creería, apenas y me hago el desayuno yo.
- ¡No es cierto!
- Tienes que comer, y yo tengo que ser un buen novio.
- Quédate quieto.
- La casa está helada, enciendo el fuego y desayuno contigo ¿sí?
- No.
- ¿No?
- Siéntate - pidió.
Se puso de pie dejándome espacio, de inmediato se sentó sobre mis piernas cubriendo nuestros cuerpos con la manta.
- Creo que esto está mejor - sonreí.
- Eres un buen novio, no lo dudes.
Decidimos comer antes de que se enfríe, desearía tener muchos más momentos así con él.
- ¿Hablamos?
- Fue Hugo y sus amigos. Ayer no fui a clases, por eso no pudieron decirme nada - respondió.
- ¿Cómo que no fuiste? Te pregunté.
- Perdón, no te quise mentir, pero no tenía de otra, me daba miedo ir y estar solo, esos chicos nos tienen en la mira.
- ¿Y en dónde estuviste?
- Dando vueltas, todo el día.
- ¿Por qué no me dijiste? Te hubiera acompañado, Erick, no caigamos en mentiras - pedí.
- No volverá a pasar.
- ¿Qué te hicieron? La verdad, no me mientas.
Se tomó un momento para beber un poco de café, le di su tiempo.
- Fui al baño ya que no quería estar en el patio, los chicos no me hicieron el más mínimo caso y no quería problemas.
- Ay Erick.
- Quise salir, pero no me dejaron, solo me dieron este golpe, en realidad fue Hugo, tiene rabia contra ti porque lo golpeaste.
- Idiota de mierda, debí golpearlo más.
- No quiero que pelees, ya no más Christopher - exigió en un tono serio.
- No podemos dejarnos.
- ¿Pretendes que te saquen del colegio? ¿Piensas que me harías un bien? No, no me lo harías.
Me sentía regañado, pero en parte tenía razón, la violencia solo empeora las cosas, pero ellos también nos estaban violentando, no era justo.
- ¿Qué más pasó?
- Físicamente solo me hicieron esto, verbalmente me trataron como lo peor, creo que me dolió más eso, las palabras marcan más - dijo con la mirada baja.
- Dime qué te dijeron.
Negó de inmediato, estaba que salía y buscaba nuevamente a ese idiota.
Intentaría calmar mi rabia, pero tampoco iba a permitir que alguien que no nos conoce bien, se meta en mi relación.
- Fue tan...
- Erick, dímelo - pedí.
- Me trataron de lo peor, un prostituto en palabras suaves.
- ¿Cómo?
- Me ofrecieron dinero, me trataron como un...
- Shhh, no digas nada, tranquilo - dije abrazándolo.
Esta me la cobraría, aunque sea a escondidas de Erick.
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Amor En Libertad - Chriserick
FanfictionCuando hay amor verdadero, las críticas sobran.