Amor En Libertad - Chriserick

Capítulo 5

No podía ver mi cara, pero podía asegurar que estaba de mil colores.

No sabía que decir, ni siquiera era capaz de moverme, lanzó la pregunta así como si nada.

- Eres gay - dijo dándolo por hecho.

- No, no lo soy.

- ¿Por qué buscas estas cosas entonces?

- Solo son videos Chris.

- Como saber si eres homosexual, como decirle a tu familia que eres gay, como salir del closet...

- Suficiente - interrumpí.

Negó mientras me miraba, no sabía cómo tomar eso, si bien o mal.

- ¿Por qué no nos contaste?

- Porque no estoy seguro, porque no sé si lo soy en realidad - respondí.

- Ay Erick - llevó su mano a la cara.

Intenté disimular mi miedo, estaba bastante nervioso y sentía mis manos sudar.

Me senté a su lado sin mirarlo, estaba muy avergonzado.

- No pienses que no confío en ustedes, nadie sabe de esto. Es raro, lo sé, pero ya que.

- No sé qué decirte - dijo poniéndose de pie.

Veía como caminaba de un lado a otro, no quería decir algo que quizás lo asuste.

- Tampoco es seguro, son solo dudas.

- ¿Y en qué se basan tus dudas?

- No lo sé Christopher, en muchas cosas, tengo un lío en mi mente.

- ¿Y si solo es curiosidad?

- Puede ser una opción.

- Pues quítate la curiosidad, busca a alguien, los chicos tienen amigas que te pueden...

- ¿Crees que con sexo resolveré mis dudas?

- ¿Y cómo más? ¿A los gays les gusta el sexo no?

Escucharlo así se sintió mal ¿por qué todos tenían esas ideas de las personas homosexuales?

- No deberías decir esas cosas.

- ...mierda la cagué. No quise decir eso, lo siento - dijo.

- Da igual, no te preocupes.

- ¿Que te hace pensar que eres...bueno, cómo decirlo...?

- Gay, homosexual, da igual, lo que ofende no es la palabra o la etiqueta que suelen poner, es la actitud.

- ¡Erick perdón! Me expresé mal, es que todo esto me tomó por sorpresa, no pienses que tengo algo en contra de eso - comentó.

- ¿No tienes nada en contra realmente?

- Claro que no, es extraño ya que eres mi amigo, pero homofóbico no soy.

- Bueno.

Seguía sentado en la cama, mi mirada pasaba más en el suelo que en mi amigo.

Vi como se sentó frente a mi sin importar que fuera en el suelo.

- Cuéntame.

- No puedo.

- ¿Por qué?

- ¡Porqué me da vergüenza! No sabes lo que se siente estar pensando todo el tiempo en algo que me da miedo saber.

- ¿Miedo?

- Sí - respondí sin aún mirarlo.

- ¿Es reciente?

- No, ya son años Christopher.

- ¿Nos has mirado de otra forma a alguno de nosotros? - preguntó intentando buscar mi mirada.

- Claro que no, ustedes son mis amigos, hay cosas que se respetan - respondí sincero.

- Pienso que quizás tú no quieres aceptar tus preferencias, no tendría nada de malo, cada quien es libre ¿no?

- Es fácil decirlo, pero si estuvieras en mi lugar posiblemente descubrirías lo tormentoso que es sentir que en cualquier momento las personas que quieres te pueden rechazar, que se pueden alejar, que te señalen y te ofendan con el derecho que nadie tiene - respondí sincero.

- ¿Por qué no me miras?

- Porque no puedo, esto es vergonzoso.

- Eres mi amigo Erick, yo no diré nada y quiero que no te sientas mal, puedo apoyarte, no saldré corriendo, si eres homosexual o no es igual, no dejarás de ser mi amigo.

- Eso suena bien ¿sabes?

- Ven acá - dijo abrazándome - prometo guardar esto, tienes mi apoyo.