- Hola Mia, ¿molesto?. –Pregunto asomando la cabeza por la puerta de su habitación-.
- No, pasa, estaba leyendo un poco. ¿Pasa algo?.
- No, nada, solo me apetece charlar un poco.
- Ah..., pues siéntate. –Dice señalando a los pies de su cama-.
- Bueno... -empiezo, sentándome en su cama-, ¿cómo estás?, supongo que esto no es fácil para ti, nueva vida, nuevos amigos...
- Ya, pero lo tomo como una aventura. A ver, entiéndeme, echo muchísimo de menos a mis amigas pero estoy tan ocupada por aquí que solo pienso en ellas por la noche. Gracias por presentarme a tus amigos, se están portando genial conmigo y les estoy comenzando a coger aprecio.
- Ya lo he visto, y me alegro que te hayas integrado tan bien, estoy contento por ti.
- Gracias.
- Oye, ¿y con Manuel?, ¿qué tal?.
- Que pasa con Manuel.
- Nada, solo que he visto que te llevas fenomenal con él.
- Si, la paso bárbaro con él. No me esperaba conocer a un chico tan simpático. Si quieres que te diga la verdad, a mi me cuesta hacer amigos, y amigos masculinos, aun más.
- Pues no lo parece. –Digo sonriendo-.
- Porque me lo habéis hecho muy fácil, en serio, no me he sentido presionada en ningún momento, y Manuel se ha portado muy bien conmigo, acompañándome y presentándome a gente, igual que tú, no sabes lo agradecida que te estoy.
- No me agradezcas, solo te cuido, recuerda nuestro pacto –le digo bajando la voz-.
- Jajaja, si. En serio, no pensaba que me lo pasaría tan bien, y es gracias a vosotros dos.
- Bueno, me voy a poner celoso de Manuel por quitarme el protagonismo. Le voy a tener que decir que el hermano soy yo, no él.
- No, que se pensará que hablo de él contigo y no quiero que piense eso. –Dice poniéndose seria-.
- ¿Y qué tiene de malo?, ¿acaso hay algo más que amistad?.
- No, que dices –tirándome un cojín a la cara y poniéndose roja mientras yo me rio-.
- ¿Molesto?.
Nos giramos los dos y allí está Marizza, con los brazos cruzados en el marco de la puerta.
- No tonta pasa, estamos hablando. –Le dice Mia con un toque de alivio en su voz-.
- Bueno, yo me voy, de repente hace demasiado frío en esta habitación. –Digo levantándome de la cama y pasando al lado de Marizza para dirigirme a mi habitación-.
- Sí, mejor, así ventilo bien. –Me responde, cerrándome la puerta cuando salgo-.
..................
- Marizza, ¿Por qué lo tratas así?.
- Ha sido él, tratándome como si fuera la reina del hielo... Déjalo, no me contestes, ya sé que me vas a decir. ¿Sabes quién me acaba de llamar?, Simón.
- ¿Simón?
- Si, el chico que conocí en el parque el primer día que tú y el muñequito fuisteis al club.
- Ah, ya se... ¿y para que te llama?.
- Pues para que va a ser, para quedar e ir a tomar algo. En serio Mia, a veces haces cada pregunta.
-Pero Marizza, ¿ese chico no era mayor que tú?.
- Si, pero da igual, ya sabes que a mí me gustan más grandes, además, menos Manuel, los amigos de Pablo no me caen muy bien y Manuel sólo tiene ojos para ti.
- Eso no es verdad, y a sus amigos no les has dado ni una oportunidad. Están preparando una fiesta para mañana por la noche en casa de Manuel para despedir las vacaciones. ¿Vas a venir, no?, porfa...
- No sé, me lo tengo que pensar.
- Así socializas un poco y conocerás al resto de chicos de clase, me parece que van a ir casi todos, así los conocemos. Venga, no me dejes sola.
- Pero si seguro que vas a estar todo el rato con Manu.
- Eso no lo sabes, y seguro que no es lo mismo sin ti. Si tú no vas yo tampoco voy a ir. –Me dice poniendo los brazos en jarras-.
- De acuerdo... iré. –Digo, provocando que Mia se abalance sobre mí dándome gracias acompañados de besos babeantes.
..................
Estando en la mesa para comer, Marizza pregunté a Mora. - ¿Y Pablo?. ¿No come con nosotros?.
- No, hoy va a comer a casa de su padre y no volverá hasta la cena. –Le contesta Mora mirando a Franco con ojos de angustia-.
- ¿Pasa algo?. –Pregunta Marizza notando la mirada de Mora.
- No nada, estaba pensando en todo lo que tengo que hacer esta tarde, está todo bien, cielo. Come. –Contesta Mora bajando sus ojos al plato.
..................
Entro en la cafetería que he quedado con Simón, un poco nerviosa, ya que desde el día del parque no nos habíamos vuelto a ver. Lo busco con la mirada y lo encuentro en una mesa de un rincón mirando su móvil, e inspirando me dirijo a él.
- Hola Simón. –Saludo, sentándome en la mesa.
- Hola Marizza, que guapa, estás más morena.
- Claro, estos días he estado tomando el sol, con lo blanca que llegué de Madrid, tenía que coger un poco de color. Y dime, ¿tú qué tal?.
- Bueno, la verdad es que bien, me van saliendo trabajitos y estoy a la espera de firmar un contrato, así que no me puedo quejar. Me gano la vida con lo que me gusta, que hoy en día es difícil decir algo así.
- Pues sí, tienes razón. Yo la verdad, aun no sé qué es lo que quiero estudiar. Pero, ¿y tú, estudias?.
- Bueno, me estoy sacando la carrera poco a poco, estoy aprovechando las oportunidades de trabajo que me van saliendo y no las quiero desaprovechar.
- Vaya, que claro que lo tienes todo.
- Bueno, no todo, jajaja.
- Ya... te quería proponer algo... mañana por la noche hay una fiesta en casa de un amigo, ¿quieres venir?... como amigo...
- Pues claro –dice con una media sonrisa-. Si quieres paso por tu casa y vamos juntos.
- No, mejor nos vemos allí, cuando sepa la hora te mando la dirección y quedamos allí.
- Ok.
Las horas fueron pasando y yo cada vez me encontraba más a gusto hasta que fue la hora de volver a casa y él se ofreció a acompañarme. Delante de la puerta, Simón me coge la mano, acerca su cara a la mía, y me roza los labios con los suyos, en un beso muy tierno.
- Hasta mañana a la noche.
- Hasta mañana. –Contesto, mirando cómo se gira y se va calle abajo-.
Vaya, ¿y ahora qué?. ¿Quiero iniciar una relación con él?. ¿Me gusta tanto como para tener que enfrentarme con mi padre?. Ahora empiezan las clases, nuevos compañeros, y si encuentro a alguien y después no puedo sacarme a Simón de encima?. Pero es guapo... y tan maduro, ... y yo le gusto, si no, no me habría besado. Pero es más grande, seguro que querrá lo que querrá y yo.. no sé si quiero con él. Sacudo la cabeza de un lado a otro y entro en casa. Ya lo pensaré después.
.....................
Aquí os dejo otro capítulo.
Si os gusta, ya sabéis. 😘😘😘
Agradezco vuestros votos y comentarios. 💖
ESTÁS LEYENDO
Al otro lado del océano
RomansPablo Bustamante es un chico de padres divorciados viviendo en Buenos Aires. Marizza Colucci es una chica con un padre viudo y una hermana insufrible viviendo en Madrid. Sus padres un día se conocen y a partir de ese momento sus vidas cambiarán par...