Capítulo 16

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- Bueno, ya estáis aquí, pasad. –Nos dice Sergio abriendo la puerta-.

Entramos en un salón grande, decorado todo en un estilo moderno. Sergio va al minibar y se sirve una copa.

- Y bien, ¿no me vas a presentar a tú amiga, Pablo?.

- Ella es Marizza Colucci, Marizza, el es mi papá, Sergio Bustamante.

- Encantada.

- ¿Ella es la hija de "ese"?. – Me pregunta con tono amenazante-.

- Si, Colucci. –Le respondo, viendo como le cambia la sonrisa de la cara-.

Marizza se pone enfrente de mí y levanta la vista a mi padre.

- "Ese" es mi padre, Franco Colucci, y sí, soy su hija. He querido acompañar a su hijo a la cena ya que quería conocerlo, Pablo me ha hablado muy bien de usted y de sus modales exquisitos y pensaba que viniendo a la cena podría aprender algo de usted. ¿He hecho mal?.

Joder, esto no me lo esperaba. Mi padre se queda callado por un segundo cuando noto que en su cara aparece una sonrisa sarcástica.

- Bien, si Pablo ha hablado tan bien de mí, yo no soy nadie para defraudarlo. Pablo, me gusta esta chica, seguro que puede enseñarte dos o tres cosas. Bien, -dice mientras coge la americana de encima del sofá y se la pone-, nos vamos.

Ya fuera de casa papá nos dice de ir todos en su coche.

- No papá, cada uno en su choche, nosotros después de la cena nos vamos directos a casa.

- Pero hijo, es absurdo coger dos coches.

- En serio papá, cada uno en el suyo. –Le digo mientras me mira con el ceño fruncido-.

- De acuerdo.

Subimos al coche y noto que Marizza se vacía de aire, como si hubiera estado conteniendo la respiración todo el tiempo.

- ¿Todo bien?.

- Si, mejor, tú padre impone bastante.

- Ya, pero tú lo has manejado asombrosamente bien.

- Gracias. Me parece que me he pasado un poco.

- No, que va, ha sido perfecto. Le has tocado su orgullo. Por dentro debe estar hecho una furia, pero que se joda, lo has hecho genial.

- Bueno, -me dice con una sonrisa-, espero que la cena vaya bien. La verdad no creo que pueda tomar bocado.

- Yo tampoco. Te prometo que si al final no comemos nada, después te invito a comer lo que quieras.

- Te tomo la palabra.

...........

Llegamos al restaurante, uno de los mejores de Buenos Aires.

Sergio nos va presentando a sus amigos con sus acompañantes y algunos hijos de estos que también los habrán traído a rastras.

Pablo no se separa de mi lado y eso hace que me sienta segura.

La cena es aburrida, es un menú degustación, de esos que hay mil platos y al final los sabores se te confunden todos en la boca.

Entre plato y plato Pablo me va preguntando si estoy bien y yo le contesto que se relaje. Me gusta que se esté preocupando así por mí.

- Pues, sí, tengo en la agenda una reunión planeada con él..–oigo a Sergio hablar con un señor mayor-, algunos de los miembros tienen ganas de conocerlo y empezar a trazar alianzas con su empresa. Espero que nuestro encuentro resulte satisfactorio por ambas partes. Además su hija, Marizza, ha venido hoy aquí con mi hijo y he quedado muy impresionado con ella. Se nota que es un padre que sabe educar a sus hijos

Al otro lado del océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora