Al otro lado del océano

Capítulo 23

A la mañana siguiente, bueno, mediodía, (cuando llegué a la habitación anoche me tiré en la cama y he dormido con la ropa puesta hasta ahora), voy en busca de mi madre. La encuentro en la sala leyendo el periódico y me siento a su lado, dándole un beso.

- Buenos días. ¿Cómo fue anoche?.

- Hola hijo, -me contesta doblando el periódico y dejándolo a un lado-, bien, fue bien, un poco incómodo al principio porque la gente no sabía que estaba con Franco y se sorprendían, pero después fue todo bien.

- ¿Y papá?.

- Imagínate la gracia que le hizo verme allí, pero puso su cara de Presidente y fueron todo risas y amabilidad.

- Esperemos que todo acabe aquí.

- Eso espero yo. ¿Y tú qué tal?.

- Bien, como siempre.

- ¿Y las chicas?.

- Bien. Me parece que Mia tiene una noticia que daros a ti y a Franco.

- ¿Si?. ¿Es por Manuel?.

- ¿Cómo lo sabes?.

- Hijo, aunque pienses que tu madre es tonta y no se entera de nada, tengo ojos e intuición y se desde hace mucho que Mia y Manuel acabarían juntos.

- Yo no creo que seas tonta.

- Lo sé, hijo, lo sé. ¿Sabes?, me gustaría que me contaras un poco más de ti y que no te lo guardaras todo para ti.

- Mamá, si es que no tengo nada que contar. Voy a comer algo, que me suenan las tripas.

- Anda, ves, que siempre pones excusas. –Me dice riendo y cogiendo el periódico para continuar leyendo-.

Voy a la cocina a picar algo mientras llega la hora de comer y me encuentro a Mia inspeccionando la nevera.

- Vaya, tú también estás hambrienta.

- Si. – Me dice girándose con un yogurt en la mano y una cara de felicidad envidiable-.

- Vaya, por esa carita pagaría yo. Supongo que con Manuel genial ayer, ¿no?.

- Siii, estoy súper feliz.

- Mi madre intuye algo, así que yo de ti les explicaría antes que ellos te pregunten.

- Si, esa era mi intención. Voy a hablar primero con tu madre, así me aconseja como decírselo a papá.

- Muy bien, está en la salita. –Le digo abriendo y mirando dentro de la nevera a ver si hay algo mejor que un yogurt-.

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Por la tarde Mia sale con Manuel, Marizza ha quedado con Luján y yo salgo con Guido y Tomás.

Aparcamos delante del local de anoche a recuperar mi coche y después nos vamos a merendar a un bar.

- Pablo, anoche la chica que estaba contigo acabó súper mosca. ¿Qué te pasa?. –Me pregunta Guido-.

- A mi nada. ¿Sabéis la noticia?. Manu y Mia están saliendo.

- Ya era hora que se decidiese. Me alegro por él. A ver si esta le dura. –Dice Tomás-.

- Yo creo que sí. Realmente ahora está enamorado y ella también. Hacen buena pareja..., oíd, ¿sabéis algo de Diego?.

- ¿De Diego?, ¿el qué?. –Pregunta Guido dándole un mordisco a un donut de chocolate-.