Capítulo 6

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La respuesta era más clara que el agua, cómo es que no la había pensado antes, no lo sé.

-¿Estás bien? ¿quieres que me detenga?-dijo Matías en el volante.

-No, sigue-respondí con fastidio y con una mano en la boca por la nauseas-No retiro lo dicho ¡detenlo!-tuve que decirlo al ver que en verdad se me había revuelto el estómago.

Paró el carro rápidamente, yo estaba ahí agachada respirando profundo para tranquilizarme mientras que Matías al bajar del auto me sobaba la espalda. Como había tomado aire me sentía mejor así que me ayudó a subir al auto y unos kilómetros más nos estacionamos en una gasolinera. Bajé,fui al baño mientras Matías llenó el tanque y me compró una pastilla para el mareo y las náuseas.

-No era necesario.

-Cómo que no, estas pálida parece que ya mueres y yo no quiero tener a mi amiga muerta en mí auto-dijo.

-Gracias.

Fue lo último que dije ya que arrancó y mentiras íbamos caí dormida, esa pastilla fue mi santo remedio. Además estábamos atrasados, todos estaban bien delante de nosotros.

Un buen rato pasó hasta que me desperté por el celular que sonó de Matías.

-Aló dime ¿Qué pasa?-dijo sin hacer expresión alguna, estaba bien concentrado en el camino-Si ya estamos cerca no te preocupes, ok, bueno chao.

-¿Quién era?-pregunté adormilada.

-Oh ya despertaste, era Cris.

-Mmm ya veo , por cierto perdona por haberte hecho atrasar.

-No te preocupes, ¿ya estás bien?

-Si gracias-le sonreí.

El resto del camino que nos faltaba nos la pasamos hablando. Estábamos ya por llegar y justo nos llamó Julián a lo que yo cogí el teléfono de mi acompañante ya que él estaba manejando. Le contesté y le informé . Después de este acto solo esperamos hasta arribar en la casa que nos habían dicho. A lo que llegamos nos estacionamos y bajamos nuestras cosas, los chicos al vernos salieron a saludarnos.

-A la hora que llegan ¿qué les pasó?-dijo Kyana.

-Es que me puse mal en el camino-dije.

-Ohh ya veo-comentó Cris.

-Si bueno, vamos a dejar las cosas Jenny-dijo Matías a lo que yo solo asentí. Cogí mis maletas y fuimos subiendo, yo adelante y él detrás, mientras que los demás solo nos observaban. Al ya subir todas las gradas cada uno se fue a su habitación respectiva para dejar las cosas. Pero en mi caso, yo me eché en la cama y quedé dormida ya que en verdad estaba agotada.

A la mañana siguiente cuando desperté por los rayos del sol, que daban directito a mi cara, decidí levantarme. Agarré mis cosas de uso personal, ya que el baño estaba afuera en el pasillo. Al salir del cuarto ya dirigiéndome media dormida, que creo que ya me iba a caer, salió alguien haciéndome pegar un grito.

-¡AHHH!-a todo pulmón grité, a lo que mi contrario también lo hizo.

-¿Qué pasa?-salió Justin con una expresión de preocupación al oír los gritos, mientras nosotros teníamos las manos en el pecho con la respiración agitada.

-¿Qué ocurre?-acababa de salir Matías del baño, también preocupado.

-¿Qué es esa bulla?-preguntó Amanda, ella con molestia. Al ver eso Cris y yo nos comenzamos a reír, lo que provocó que los demás nos vieran como algo raro.

-Lo siento, lo siento, es que-paré por la risa que me dio-Lo siento, es que salí y este niño me asusto y yo lo asusté a él-otra carcajada salió de mí y de su parte.

Qué será de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora