Qué será de él

Capítulo 29

-Hola-se acercó a mi todo sonriente.

-Hola-le sonreí mientras subíamos al elevador.

-¿Cómo amaneciste?

-Con pereza-el rio-¿Y tú?

-Pues muy feliz.

-Y eso ¿a qué se debe?

-Pronto lo sabrán pero cambiando de tema ¿cómo van tus clases de conducción?

-Nada bien, no ha podido ayudarme ha estado muy pero muy ocupado últimamente.

-Que mal.

-Si pero qué puedo hacer.

-Eso no se puede quedar así, yo te ayudaré y no recibo un no como respuesta.

-Está bien-las puertas se abrieron y nosotros salimos-Gracias-le dije antes de entrar al departamento.

-No hay de que-le sonreí y entré.

-Hola chicos.

-Hola-dijeron al unisón-¿Alguna novedad?

-Quieren publicar un nuevo libro.

-¿De quién?

-Del nuevo escritor, debutara con esta novela-se acercó un poco más a mí y me entregó el libro.

-El ya accedió ¿verdad?

-Sí, ahora solo toca la junta con los demás departamentos para que acuerden cuantas copias estará al aire, y por lo que escuché quieren unas diez  mil copias.

-¿Están locos? Es demasiado-solo se encogió de hombros e hice una señal que se podía ir a sentar en su puesto.

Me fui al mío y comencé a revisar uno que otro documento que estaba en mi escritorio. En una de esas había una tipo carta en la que una empresa me pedía que me uniera con ellos. Me quedé leyendo para saber más hasta que Erika se me acercó.

-Disculpe-levanté la vista y la mire-¿Usted piensa irse?-agachó su cabeza al notar que todos la quedaron viendo.

-Si es verdad ¿piensa irse? sabemos que no debemos meternos pero es que en verdad no queremos que se vaya.

-Oh, bueno, claro que no me iré, pero ya ahora pónganse a trabajar-ellos asintieron con una sonrisa y se enfocaron en lo que estaba haciendo.

Guardé la carta y me puse a hacer lo que debía. Pasó una hora cuando ya me tocó irme a la reunión. La verdad estaba en rotunda negación el vender tal cantidad, sin embargo acepté, el que estaba a cargo del escritor se veía tan positivo hacia la idea, cosa que no pude negarme, me hacía acuerdo a cuando yo recién llegué llena de ánimos y ganas. Al fin y al cabo yo asumiría la responsabilidad si las cosas salían mal.

-Vamos-me dirigió hasta su auto-¿Tienes las llaves verdad?

-Si.

-Bueno-no dijo nada más y arrancó.

Llegamos a mi casa, baje para ir a tomar las llaves de mi auto. Salí casi corriendo topándomelo, quedé atónita ante su belleza, era realmente perfecto.

-¿Pasa algo?-hizo que despertara.

-No, nada-sonreí y me dirigí hacia él.

-¿Lista?

-Por supuesto sé que nada malo me pasará si tu estás.

-Claro que si-dijo afirmando lo que dije.

Nos subimos, yo lo prendí y pude sacarlo de la cochera, por lo que recibí un elogio. Lo demás fue darle vueltas, como era un poco tarde ya no habías tanta gente. Me ayudó con las marchas, sé que existen los automáticos pero Hugo quiso que aprendiera primero en uno de estos. En estacionarme tuve complicaciones, así que también necesite de su ayuda. Nuevamente me tomó una tipo prueba y lo hice muy bien. En pocos días tendría que dar la verdadera. Eso lo hizo Hugo preparó todo para que yo la diera, estaba tan convencido que podría ayudarme pero como ven no se pudo. Después de eso guarde el auto en la cochera y lo invité a tomar una taza de café.

-Toma –le entregue el café.

-Gracias-me brindó una de sus sonrisas.

-Dime, no me vas a contar del porqué de tu felicidad-negó.

-No, mejor dime ¿ya lo superaste a ese chico?

Lo miré confundida, hasta que entendí-Yo-suspiré-No-dije rendida-Quise hacerlo pero no pude, en verdad me he enamorado de él, llevo años así, pensé que lo olvidé o que lo podía superar pero no pude.

-Ay Jenny-tomó mi mechón y lo puso detrás de mí oreja-Esto es sin duda amor de verdad-nuestras miradas chocaban, lo cual me ponía nerviosa-Espero pronto encuentres a alguien que en verdad te quiera y puedan estar juntos, no sabes la felicidad que da eso-su rostro se iluminó al decirlo.

-¿Y si no quiero otra persona que no sea él?-murmuré.

-Entonces si estarás jodida-nos reímos ante lo dicho-No pero ya hablando enserio, lo que te digo es verdad, no puedo ver que mi hermanita, mi mejor amiga estar sufriendo por alguien mientras yo estoy lleno de felicidad.

Lo que dijo me dejo un poco confundida, se suponía que estaba un poco triste por lo que había pasado con Angélica, y se podía notar en el apagón de sus ojos y en su sonrisa forzada. ¿Cómo es que todo eso cambió tan rápido? Un amor como el que él le tenía a ella no es fácil de superar en tan solo casi un mes, es imposible, a menos que....