Qué será de él

Capítulo 14

Todas las semanas que faltaron para la prueba, me la pasé escribiendo. El escribirla me alivió mucho, boté todo lo que sentía en palabras, mis pensamientos fueron plasmados ahí. Ya no tenía que ocultar nada, al fin y al cabo mi mamá y mis amigas ya lo sabían, Justin también, los chicos al parecer también lo sabían. Por más que quise ocultar todo lo que sentí, no pude, era muy obvio lo que me estaba pasando y siendo sincera Justin no tiene ni un pelo de tonto así que notarlo para él fue pan comido.

Cuando el día llegó para entregarla casi la olvido en casa, pero para mi suerte mi madre me la dio. Como me había levantado tarde nuevamente me tocó llegar corriendo a la parada, me senté de una sin darme cuenta de quien estaba a mi lado.

-A los años Jenny-dijo con una sonrisa.

-¿Matías?-mi expresión fue de total sorpresa.

-No fíjate, soy otra persona.

-Lo siento, ¿cómo has estado?

-Ya sabes muy feliz.

-Me alegro.

-Y qué es eso-señaló el pequeño libro que tenía en mis manos.

-¿Esto?-lo mire al objeto-Bueno, no es nada-sonreí nerviosa.

-Ah ya veo.

Nos quedamos en silencio por un buen rato, fue lo más incómodo.

-Bueno yo aquí me bajo, cuídate mucho.

-Chao Jenny cuídate que tengas un buen día.

-Gracias lo mismo espero.

Me bajé sin decir nada más, inhalé y exhalé, esto estaba peor que esos ejercicios que te hacen hacer para que te calmes.

Fui a mi curso ya a las justas como siempre, y espere a que la hora de lenguaje llegara.

-Buenos días chicos, ya se pueden sentar-lo hicimos-Gracias a los que se pararon, bueno espero ya tengan los trabajos, así que por favor ya déjenlos aquí-cada uno fue dejando sus pequeños libros. Después de hacer eso nos la pasamos toda la hora recibiendo clases.

Como lo habitual nos reunimos en el receso, nos la pasamos conversando hasta que comenzaron a hacer preguntas.

-¿De qué se trató tu historia Jenny?-dijo Amanda.

-Es de amor ya lo dijo-añadió Kyana.

-Ohh de esos amores problemáticos o cómo-dijo Julián.

-Ash, si es de amor, y no es de esos problemáticos es uno normal-dije.

-Mmm, ya veo, cuando puedas me dejas leerla-dijo Julián.

-No, no, no, eso no –dije abanicando mis manos de un lado a otro como si fuese algo prohibido.

-Ay, por qué te pones así.

-No es nada solo que no quiero que la lean.

-¿Y nosotras?-dijo Alicia.

-Tampoco-ante esa repuesta recibí un montón de reproches por su parte haciéndome reír debido a lo que decían.

Ya en la hora de salida, perseguida por mis amigas que seguían reprochando y las risas de sus parejas, fui hasta la puerta, salí y fue cuando nuevamente  me lo topé cara a cara a Matías pero con Angélica, quedé inmóvil, las quejas se acabaron al igual que las risas, todo había quedado en silencio.

-¿De qué tanto se reían?-dijo Matías.

-Hola chicos-añadió Angélica.

-Hola-mi sonrisa fue la más falsa del mundo.