Capítulo 22

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Me encontraba en mi escritorio arreglando unos documentos cuando vi que mi superior se acercaba, al parecer con un nuevo a mi departamento, pero dio la espalada para dirigirse al otro que estaba cerca, por lo que oí lo que decía.

-Mira este es el departamento al que pertenecerás, ven te presentaré todo el equipo.

-De acuerdo ¿y el de allá?-supe que se refería al mío.

-Es el de administración, se encarga de las ventas y todo eso.

-Aaa ya.

Siempre ha sido de costumbre indicarle media empresa al que es recién llegado. Cuando llegué me daba mucho miedo, era gente que recién conocía y convivir con ellos iba a ser difícil, pero superé ese obstáculo y pues en poco tiempo con mucho esfuerzo y dedicación quedé a cargo del departamento en el que estoy.

El tiempo pasó y llamé a Hugo para que me recogiera y así ir a almorzar juntos. Cuando iba saliendo me llamaron por un problema así que seguí caminando mientras seguí con mi teléfono en mano y me dispuse a esperar a que Hugo llegase.

-Si hazlo de esa manera, sí, claro, va a tocar informar sobre esto, pero no te preocupes ya veremos que hacemos.

-Hola-dijo alguien y en forma de respuesta alcé mi mano haciendo una señal de que me esperase.

-Sí, es bueno, entonces hagamos eso ok –no dije nada más y colgué la llamada-¿Qué decías?-dije sin voltearme ya que estaba mandando un mensaje de texto a Hugo.

Mueve que ya muero de hambre.

-Bueno yo solo dije hola-iba a voltearme cuando el vino.

-Hasta que te dignas en venir, tengo prisa.

-Que señorita más hostigosa.

-Si lo sé, pero aun así me quieres-me subí al auto dejándolo al otro sin respuesta alguna a su saludo.

Llegamos al restaurante de siempre y pedimos algo ligero.

-Y hasta ahora ¿cómo te ha ido?-le dije.

-Pues muy bien, ¿y a ti?

-Bien, ¿sabes? llegó un chico nuevo.

-En serio en mi empresa llegó uno pero la semana pasada recién lo transfirieron.

-Mmmm,y en ¿qué se especializa?

-Él es dueño de cierta parte de la empresa y nadie lo sabía así que cuando llegó lo tratamos como a alguien normal hasta le hicimos bromas.

-No te creo, ¿Qué hizo?

-Nada, después fue que nuestro jefe nos lo presenta y pues qué vergüenza.

-Jajaja pobre de ti.

-No te burles no lo puedo ni ver a la cara.

-Jajaja, ya nada.

-Es que tenía en serio cara de novato, y pues ya –me comencé a reír por el puchero que hizo al final, parecía esos niños que negaban el tener la culpa en algo, pero aun así no le creían.

Nuestros pedidos llegaron y devoramos todo, en mi caso fue como una competencia por quien termina más rápido, pero es que en verdad llevaba prisa.

-Nadie te va a quitar Jen.

-Sí, lo sé pero tengo prisa-dije con la comida aun en mi boca.

-Eso es de mala educación, ciérrala.

No le tomé atención a su regañada y terminé mi plato de comida.

-Ya vámonos.

-Pero yo quería el postre-nuevamente se mostró como un pequeñín.

Qué será de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora