Capítulo 25

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Ya era mi último día trabajando, bueno de la semana, el estreno del libro fue todo un éxito. Preparé una firma de autógrafos para la semana siguiente. Todo estaba de maravilla.

-Mañana no se te olvide la reunión-me dijo ya estacionándose.

-Si Higo, igual tú debes llevarme.

-Sí, eso ya lo sé.

Me baje y subí el ascensor. Cuando ya estaba llegado me lo encontré.

-Hola Jenny, ¿Cómo estás?

-Hola, muy bien gracias.

-Qué bueno.

Solo le sonreí para luego ingresar e irme a mi mesa para arreglar unas cosas.

Las horas pasaron y toda mi jornada de trabajo termino muy bien, deje mis pendientes listos, algunos, otros pues los llevé a casa para realizarlos.

Ya al siguiente día, me confié tanto que tenía tiempo que no me apuré en arreglarme y la noche anterior le dije a Hugo que me fuera a ver a la una y media. Ni siquiera estaba lista por lo que me tocó ponerme lo primero que saqué de mi closet.

-¿Lista?

-Si-hice un gesto de cansancio.

-Recién te acabas de alistar ¿verdad?

-Eres psíquico o qué.

-Ja, te conozco muy bien-entré al auto riéndome-Ahora me vas a contar.

-¿Qué cosa?

-Lo que te pasó ayer.

-Aaa-me voltee para ponerme el cinturón mientras el prendía el auto para ya partir-Es que bueno, te acuerdas de la persona nueva de la empresa.

-Sí ¿qué con ella?

-Pues es Matías, el nuevo, no sabes la tortura que es verlo, como no pudiste almorzar conmigo él se ofreció a llevarme a comer y yo acepte luego me llevó a casa y se quedó y lo peor es que-me detuve.

-¿Qué?

-Lo miré y le dije-No sé si te conté pero a él y a mí nos gusta el un mismo cantante y cuando yo lo conocí pues hubo una vez en que bailamos una de sus canciones en mi casa y ahora que fue a mi departamento también quiso hacer lo mismo pero yo no acepté.

-Uff, eso está fuerte.

-Sí, pero ya que, solo debo olvidarlo no puedo estar ilusionada con una persona que nunca me va a querer.

-Eso es verdad, haz eso mejor,eres joven, no desperdicies tu juventud en alguien.

-Eso sí.

Pasaron unos veinte minutos hasta que llegamos por fin a la casa de nuestros padres.

-Hola mi amor.

-Hola mami-fui corriendo hacia ella para darle un abrazo.

-¿Cómo has estado?

-Uy no sabes lo que debo de contarte.

-Debes de ponerme al día.

-Eso haré-mi iba a dirigir a la sala pero lo vi a Marc-Hola ¿Cómo has estado?-también lo abrasé.

-Hola pues muy bien ¿y tú?

-Lo mismo.

No dije nada más y me fui con mi madre hasta la sala para ponernos a hablar, Hugo y su papá se fueron a la cocina, esta vez Marc había preparado la comida, y como solo le faltaban unas cosas decidieron irse allá.

Qué será de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora