Qué será de él

Capítulo 23

-Después lo llamo-colgué la llamada ahora con la mirada puesta en Matías.

-¿Qué les apreció la sorpresa?-dijo Cris.

-¿Cuándo llegó?-pregunto Amanda.

-Hace tres días, pero no dijo nada ya que estaba ocupado porque debía instalarse en su nuevo hogar y ahora en su trabajo-contestó Julián.

-Ósea que se-fui interrumpida.

-Sí, se va a aquedar-dijo Justin completando la frase.

Nos quedamos, bueno mejor dicho, se quedaron un rato inmóviles pero después se le acercaron y lo comenzaron a saludar con una sonrisa. Yo en verdad no quería hacerlo, mi corazón latía a mil por hora, es como cuando un poco más y te va a dar un ataque de ansiedad, pero además de eso las ganas de golpearlo eran grades, y todo está a mi favor, después de montón de tiempo se digna a aparecer como si nada, no me importaría si tan solo me hubiese escrito pero no lo hizo.

-¿Cómo así viniste? ¿No tenías tu vida hecha allá?-Hugo me quedó viendo como diciéndome "no seas tan mala" pero no me importó .

Los chicos se vieron entre sí -Lugo te cuento-respondió al fin-Pero y mi saludo-lo quedé viendo, Hugo me codeó para que fuera a lo que yo hice caso.

-¿Cómo has estado?-me dijo en el abrazo.

-Muy bien gracias-me separé de él sintiendo como todos me observaban, no tomé en cuenta las miradas de los demás solo la de mi hermano.

Estaba entre decirle a Hugo que nos fuéramos como siempre o quedarme pero en eso me llamó el editor en jefe.

-Aló-dije alejándome.

-Lo siento, pero parece que mismo no se va a publicar la historia.

-Eso lo sé, acabó de llamar al escritor disculpa el que me haya metido.

-No tranquila, pero y ahora cómo vamos a hacer, se rehúsa infinitamente.

-Yo no sé por qué toma esa decisión si yo leí esa historia y está muy buena, además no puede hacer generar este gasto a la empresa.

-Lo sé, pero si no quiere no podemos obligarlo, en fin te llamaba para decirte que hay que cancelar la publicación de su libro.

-No eso sí que no, ahora mismo voy donde él-cerré la llamada y me dirigí a coger mis cosas.

-Vámonos Hugo, debo solucionar algo.

-Te tienes que ir, que malo, en verdad quería que estuvieras aquí con nosotros-dijo Matías a lo que sentí como mi corazón se detenía.

-Lo siento mucho, pero debo arreglar esto, es muy importante.

-Espero te vaya bien.

-Sí, gracias chao-me dirigí de una al auto sin decir una sola palabra.

-¿Estás bien?- me preguntó al arrancar el carro.

-Claro-hice una pausa para gritar-¡No!, no lo estoy, se suponía que lo había olvidado, te dije eso hasta a ti pero de la nada viene y este-señalé mi pecho-Comenzó a latir como loco para después detenerse por lo último que dijo, en serio me odio no quiero quererlo más.

-Tranquila Jen.

-No, no lo puedo estar, gran chiste viene después de un largo tiempo y quiere que lo salude con abrazo y todo.

-Entiendo eso, pero no le reclames nada, acaba de pasarla muy mal y no creo que sea buena idea estar ahora con reproches.

-¿A qué te refieres?