Capítulo 20

32 10 11
                                    




-¡JENNY!- gritaron desde la otra línea.

-¡CHICAS!-dije al mismo tiempo que ellas, igual de emocionada.

-¡FUI ACEPTADA!-otra vez nuestras voces fueron altas y dijimos lo mismo en el mismo instante.

-¡SII!-era tanta nuestra emoción, ese par de días fueron los más lentos de nuestras vidas pero valió la pena esperar, cada una fue aceptada sin ningún problema. No parábamos de gritar, un poco y más íbamos a derramar lágrimas de lo felices que estábamos.

Después de nuestra llamada no esperé ni un segundo para coger mi celular y mandarle un mensaje a Matías.

¡MATÍAS FUI ACEPTADA! Me siento muy alegre de esto, y lo mejor de todo es que las chicas y yo vamos a estar ¡JUNTAS! Lo malo es que los chicos no, pero igual seguiremos en contacto.

Lo apagué para dirigirme a la sala, ya mismo sería la hora del almuerzo y llegaría mi madre. Ella al llegar entró de lo más tranquila pero yo la espanté.

-¡MAMÁ!-se sobresaltó-¡FUI ACEPTADA!

-¡¿QUÉ?! ¡Felicidades!-dejo caer su bolsa para abrazarme muy pero muy fuerte y darme besos por todo mi rostro-Estoy muy orgullosa.

-Gracias mamá.

-Esto hay que celebrarlo, anda cámbiate que iremos a comer.

-Pero debes de regresar a trabajar.

-Hoy tengo libre.

-Ahora mismo me cambio-sin esperar más me subí a mi habitación para elegir un atuendo. Estaba ya bajando las escaleras cuando sonó mi teléfono.

-Hola Jen.

-Hola Higo-mi madre me quedó viendo así que moví mis labios pronunciando el nombre de "Hugo".

-¿Cómo estás?-me dijo.

-Yo muy bien, fui aceptada en la universidad donde rendí la prueba.

-Es enserio, que felicidad, hay que celebrarlo.

-Bueno mi madre ya me va a llevar-la miré y ella me sonreía-¿Quieren venir?-su sonrisa cambió a una confusión y nerviosismo.

-Me gustaría mucho, pero es ahora salida familiar, no nos podemos meter.

-Bueno, en otra será.

-Claro, ahora anda y disfruta.

-Si-aparté mi teléfono y cancelé la llamada-¿Nos vamos?

-Si mi amor, vamos- estábamos por salir cuando me pregunto-¿Van a venir?

-No, él dijo que no.

-Aaa, ya veo-soltó un suspiro-Bueno vámonos.

Quise reírme pero mejor me lo aguanté. Subimos a un taxi, ahí le dije que quería comer pizza a lo que ella aceptó y fuimos a un restaurante de ello.

Nos sentamos en una mesa para dos, pedimos una de jamón con pepperoni y refrescos. Estaba muy feliz de poder estar con ella en algo tan importante para mí.

-Brindo por tu logro amor mío-alzó su vaso de cola, a lo que yo solo reía y choqué el mío con el suyo para luego darle un sorbo-Te amo.

-Yo igual.

No pusimos a hablar, ella me contaba que también fue difícil dar la prueba, literalmente estuvo llorando todo el rato por lo angustiada que estaba y nuevamente lo volvió a hacer cuando la aprobaron. De eso me reí y también de muchas otras cosas que causaron lo mismo en mí y en ella también.

Qué será de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora