Me desperté y mis ojos quedaron bien abiertos al darme cuenta de algo. Estaba su brazo en mi cintura y nuestras frentes chocaban. No sé en qué momento ocurrió esto pero ocurrió.
Levanté su mano lo más despacio que pude y de pronto comenzó a hablar.
-Mmmm ya deja de molestar –me asusté al escucharlo, pensé que había despertado, pero no fue así, solo se volteó y quedó nuevamente dormido. Solo me quedé viéndolo mientras sonreía, ante la acción tierna que hizo.
Me levanté lo más despacio que pude, sin hacer ruido para que no se despertaran pero para mi sorpresa Justin estaba en frente mío, se había levantado hace rato. Me miró y sonrió de lado.
Me dirigió hacia la cocina y me hizo sentar.
-A ver dime ¿desde cuándo estas así?
-¿De qué hablas?-no sabía a lo que se refería.
-Ay por favor, deja de hacerte y dime ¿desde cuándo?
-No sé de verdad de que estas hablando.
-Por favor, me refiero que desde cuando estás enamorada de Matías-dijo –No puede ser como crecen-su tono fue exagerado -Pero ya, dime ¿desde cuándo?
-¿En serio crees eso? pues estas equivocado solo es mi amigo y ya.
-Te creería, pero sabes por qué quedaste tan pegada a Matías.
Lo mire confundida-No, no sé.
-Anoche, cuando dormíamos, tuviste una pesadilla y lo llamaste a Matías, tu tono de voz era de angustia, desesperación y como todo estaba oscuro él se levantó y fue hacia ti.
-¿Y como sabes eso?-dije aunque la pregunta fue tonta.
-Cuando lo llamaste me desperté iba a ver qué pasaba pero él fue, yo no dije nada permanecí callado mientras veía como te tranquilizaba.
-Ya ok pero eso que tiene que ver, solo fue a tranquilizarme-dije.
-A ver, si eso hubiese pasado hace un tiempo atrás sin conocerlo la hubieses llamado a Alicia, otra y la última cuando lo miras tus ojos brillan a pesar de que tú no te das cuenta.
-Estás loco-dije.
-Dices eso ahora porque tu mente está convencida de que las cosas no son así, pero el corazón habla por sí solo no necesita de nada para hacerlo, no sigue las ordenes que se le da, no sigue nada, solo a el mismo.
Me quedé callada, solo me levanté y me dirigí a darme una ducha.
-Está loco, lo volvería a repetir miles de veces, ¿qué cuento es ese de la mente y el corazón? Son puras babosadas, es una tontería-decía mientras terminaba mi baño.
En el momento en el que estoy en el baño es como un mundo nuevo, donde pienso y me desahogo, hago lo que quiero. Me tranquiliza mucho hacer eso, por lo que al momento en que hay situaciones en las que debo pensar, tomo una ducha y reflexiono.
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Qué será de él
Teen FictionCuando dos personas están destinadas no hay nada que las pueda separar. Qué será de él es una historia que habla sobre dos chicos que desde la primera vez que se conocieron sus corazones supieron que estaban destinados. Los capítulos son largos. Ca...