Capítulo 28

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La semana restante para mi cumpleaños, pasó lo mismo.

-Gracias Matías por la salida de hoy.

-No hay de que-baje de su auto cosa que el también hizo.

Quise decirle "¿Quieres algo?" pero me sonó muy desagradable, así que solo seguí a ver si me iba a decir "¿Puedo pasar?" abrí la puerta y me encontré una gran sorpresa.

-Feliz cumpleaños- dijeron todos, a lo que solo sonreí.

-Ya decía yo-vinieron y se me abalanzaron encima mío-Te la tenías bien guardada-se encogió de hombros, yo solo reí.

-Ven acá-me jaló y me abrazó, pude sentir un pequeño ardor en mis mejillas-Feliz cumple Jenny.

-Gracias-correspondí a su abrazo.

Me separé de él para dirigirme a la mesa. Me cantaron la canción más típica del mundo que todos se la saben y el que no, pues ¿tienes algún problema?

-Hora de pelis.

-Siii-dijo Amanda contestando a Julián.

-Entonces yo ya vengo-fui a coger unas sábanas para hacer lo mismo que hacíamos cuando estábamos en secundaria.

-¡Jenny dónde está el canguil!-gritó Alicia deje ahí lo que baje para que acomodaran y fui a la cocina.

-Aquí-abrí la puerta del anaquel para sacarlo.

Me arrebató la funda de las manos para ya hacer las palomitas.

-¿Quién compra las bebidas?-dijo Cris.

-Sí, vayan ustedes dos-me señaló a Hugo y a mí Justin.

-¿Yo por qué?-reí al verlo, en serio que es bien flojo.

-Ya voy yo.

-¿Queda lejos?-dijo Matías

-No tanto.

-Entonces te llevo, vamos-no reproché ni nada, acepté el que me llevara, no quedaba lejos como dije pero si había que caminar algo.

Detuvo su auto enfrente de la tienda, yo me bajé y compré rápido, de paso que cogí un dulce.

-Ya llegamos-los vimos a todos sentados ya con los paltos de palomitas en las mano.

-Sí que son desconsiderados-regañó Matías.

-Así son.

-Ya no les demos de tomar estos refrescos guárdalos para ti.

-Si-dije y los abracé haciendo un acto realmente infantil.

-No sean así-añadió Hugo, salió de donde estaba-Hermanita te amo, dame eso.

-Como chantajean ¿no?, ya tomen.

Les comencé a repartir cada refresco esta vez compramos individuales.

Vimos unas tres películas, como era mi cumpleaños compraron de comedia romántica. No parábamos de reír con las cosas que pasaban. Pasaron las horas y la función terminó.

-Gracias-dije-Por todo.

-¿Quién dijo que esto era todo?-alzó una ceja Julián.

-¿Eh?-me dejó confundida.

-Primero yo-alzó su mano Hugo.

Todos lo seguimos hasta afuera de la casa, yo estaba cubierta los ojos así que me aferraba a él como si mi vida dependiera de eso, aunque prácticamente era así porque con mi suerte nunca se sabe.

-¡Taran!-dijo.

Abrí mis ojos y me encontré con un auto.

-Estas bromeando ¿cierto?-el negó.

-Este es mi regalo, ya es hora de que te movilices sola.

-Pero-fui interrumpida.

-Vamos Jenny, solo te falta dar la prueba de conducir y ya tendrás tu licencia, olvida ese miedo que tienes.

-Es que-nuevamente me interrumpió.

-Yo te enseñaré, yo estaré aquí nada malo te pasará, además ¿qué te parece la semana que viene? Aquí tienes las llaves.

-Bueno-dije dudosa.

-No entiendo nada-añadió Matías.

-Es que de la nada le dio un pánico por conducir, estando bien-le informó Kyana.

Se dirigió a mí y tomó mis manos-Pobre de ti, pero tranquila, Hugo ya dijo que te iba a ayudar y que estaría contigo, además yo también lo estaré-no fue más, con eso quede en las nubes, era como si me hubiesen dado drogas.

-G-gracias-tartamudeé.

El solo me sonrió.

-Ahora yo, bueno nosotros-dijo Alicia junto a Justin-Toma-extendieron sus manos para entregarme una caja, la que acepté.

-Qué hermoso-era un reloj muy bonito-Sí que saben mis gustos-Ellos sonrieron.

-Aquí tienes-dijo Amanda con Cris.

-Está lindo-miré la cadena que tenía mi inicial-Gracias, en serio.

-No hay de que, tu siempre nos has ayudado-les brindé una hermosa sonrisa.

Como debían regresar a sus casas, todos se fueron excepto Hugo, quien se quedó ya que al día siguiente nos tocaría ir a casa de nuestros padres.

Ya cansados y rendidos por todo nos fuimos a dormir.

-Hola pa ¿cómo has estado?-contesté su llamada ya estando en la casa de mis padres por así decirlo.

-Muy bien hija, feliz día.

-Muchas gracias en serio.

-¿Cómo has estado tú?

-Bien, ya sabes lo de siempre.

-Pues me alegro, cuídate mucho, te amo, debo irme ya.

-Está bien yo también te amo-cerré la llamada.

Ingresé a la casa nuevamente ya que me había salido para contestar y ahí estaba mi mamá con una torta en la mano mientras me cantaba.

-Que los cumplas feliz-fue lo último que dijo antes de darme un abrazo y beso, seguida por Marc y Hugo.

-Gracias.

Partimos la torta y nos pusimos a comer. Marc puso un vals invitando a mi madre a bailar, y claro, ella aceptó gustosamente. Hugo hizo lo mismo, por lo que los cuatro quedamos en esa sala bailando y riendo.

La pasamos muy bien no lo niego. Nos fuimos a nuestros hogares, esta vez Hugo no se quedó.

A la mañana siguiente me levanté de un solo golpe de la cama como si hubiera sido una pesadilla aunque no lo fue.

-Mismo no puedo-lo mire al peluche que me había dado Matías-No puedo, no lo olvido, lo intenté y este sale con sus tonterías ¿por qué debe ser tan amable? ¿Ah? Que hasta en mis sueños aparece, hay Dios mío me estoy volviendo loca ¡ahhh!-grite y me tire de espaladas de nuevo a mi cama cogiendo al peluche-Lo admito, pero solo tú lo sabrás, aun lo quiero-lo miré unos segundos y luego lo abracé y me enrollé con él-¿Qué te parece si salimos? Si eso hagamos mejor-no sé porque andaba generalizando pero así se ser yo, todo una loca, juro que si Hugo hubiera estado ahí se hubiese burlado.

Me arreglé y decidí ir a dar una vuelta, paré en una cafetería donde pedí un café, seguí caminando hasta toparme con un parque. Me senté en unas de las bancas, el día estaba bueno, hacía sol, corría viento así que deben imaginarse como ha de haber estado mi cabello.

Estaba tranquila metida en mis pensamientos, respirando profundo.

-Hola Jenny-me voltee diciéndome a mí misma "Ay no"

-H-hola-dije entrecortado "¿Qué tienes contra mí destino?" pensé

Qué será de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora