Capítulo 32

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-Aló-dijo Alicia.

-¡Es un imbécil!-dije alterada dirigiéndome al auto.

-¿Es en serio? Ya es tu decima cita y nada contigo-podría imaginar cómo pasaba su mano por su rostro de pura frustración-Disculpa que te lo diga pero a veces pienso que aun sigues pensando en él.

Me quedé en shock al escuchar lo que había dicho. Ya había pasado un año desde que se había ido (nuevamente fuimos separados por años) así que había accedido a tener citas ¿cómo es que iba a estar pensando en él? Me preguntaba en ese instante.

-N-no es eso, me tengo que ir, la próxima elige a uno mejor, además de apariencia, porque es el único punto a favor que tienes, también que sean simpáticos y nada de engreídos, con un ego que va por los cielos.

-Está bien, te dejo chao.

-Chao-prendí el auto y me fui a la oficina nuevamente.

Cuando llegué me encontré con todos muy concentrados en su trabajo, eso me alegraba. Fui a mi escritorio para ver los documentos. No tuve mucho trabajo, para mi fortuna toda marchaba bien así que decidí irme a casa temprano.

-Hola Jen-me dijo Hugo.

-Hola-le sonreí-¿Cómo te fue?

-Pues bien ¿y a ti?-siguió viendo su programa.

-Bien.

-No, lo de tu cita.

-Ash, no me hables de eso.

-Otro fracaso ¿verdad?

-Sí, me voy a mi habitación.

-Bueno-no dije más y subí a ella, cuando recibí una llamada, esta era grupal.

-Aló.

-¡Son unos estúpidos!-dijeron al unisón causando que alejara el teléfono de mi oído.

-¡Oigan!-grite, haciendo que se callen mientras hablaban de lo que pasó con los chicos.

-Estoy muy furiosa-dijo Alicia.

-Yo igual lo quero matar-añadió Kyana.

-Lo odio-dijo Amanda.

-Al parecer este no ha sido nuestro día.

-Sí, lo peor es que tenemos que verles la cara a esos

-Ay, vengan a mi casa, bebamos-dije sin pensar o no, no fue nuestro día y debíamos desquitarnos en serio.

-¡SI!-dijeron otra vez al mismo tiempo causando un daño en mis oídos.

-Llego a quedar sorda y se los juro que las hago pagar.

-Está bien.

Colgaron, así que yo baje para irme a comparar las bebidas, bueno mejor dicho las cervezas. Hugo no me dijo nada al verme salir, pero cuando llegue con estas, me quedó viendo raro.

-Hoy tendremos noches de chicas, si guasta puedes acompañarnos.

-Bueno-se encogió de hombros-Ya quiero verlas-sonrió-Va a ser muy chistoso.

-¿Sabes que te mataríamos si llegas a hacer algo imprudente?

-Si lo sé, por eso no gravaré, guardare todo en este hermoso cerebro y las joderé hasta que ya me canse.

-Eres malo.

-Sí, pero así me quieres.

Las chicas llegaron después de un rato. Pusimos en la mesa de centro las chucherías, que tenía en casa junto con las cervezas y ahí comenzamos. No pasó mucho para ya encontrarnos algo ebrias.

Qué será de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora