-DIEZ-

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Paso toda la noche preguntándose si las palabras de Jungkook eran ciertas, si en verdad creía que Gabriel había envenenado a su hermano.

¿Por qué lo haría? ¿Quién sentiría la terrible necesidad de matar a Jimin?

Namjoon obligó a todos a volver a sus habitaciones luego de eso, dejando a él rubio sólo al cuidado de Lisa.

La primera noche en el instituto fue un verdadero caos, Rose tuvo que quedarse sola en la habitación, ya que su compañera bruja seguía muy ocupada.

Por otro lado Taehyung y Min Yoongi estaban siendo sermoneados por ambos encargados.

-¡No pueden largarse de aquí sin autorización!- Gritaba con notable enfado el moreno.

-Nam.- Habló calmado. -Tenemos muchos más años que tu, no nos reproches como si fuéramos niños Greys.- Soltó con superioridad el brujo de cabello rojizo.

-De acuerdo.- Contuvo sus ganas de expulsarlo. -Mañana se quedarán aquí todo el día, escribiendo informes sobre lo que le ocurrió a Jimin.-

-Espera, eso no es.-

-¿Justo?- Terminó Namjoon, dejando a Taehyung exaltado por la repuesta tan tajante. -Yo estoy a cargo aquí, no me interesa cuantos años tenga un brujo con problemas de arrogancia y un vampiro emocionalmente dañado.-

-Auch, golpe bajo Nam.- Fingió no interesarle las palabras del Greys, pero algo había afectado a Taehyung muy dentro de sí.

Al igual que Rose, Jungkook se encontraba solo en la habitación mientras observaba por la ventana la cuidad de New York, preguntándose a si mismo si podía soportar que algo le pasase a su mejor amigo.

El matademonios no podía imaginar una vida sin Jimin, era lo mismo que pensar en un océano sin peces, algo estaría realmente incompleto.

Se mudo al instituto de Alium cuando apenas podía sostenerse de pie y fue cuidado por empleados de ahí, hasta que a los seis años llego Jimin, junto a Angelica y Bland, sus padres.

Ellos lo cuidaron como un hijo desde ese entonces, dos años después llegó Rose al instituto y los tres crecieron su infancia juntos.

No hubo una fecha exacta que Jungkook recordara haberse enamorado de Rose, quizás fue un proceso de años o meses.

El amor real no sucede en fracciones de segundos, es más tardío y desordenado.

Al irse a Pilae, el torneo, quizo confesarle lo perdidamente idiota que se sentía por la castaña, pero en un momento innecesario de orgullo decidió no hacerlo.

Sus sentimientos por ella fueron infantiles, nada mas que eso, Jungkook sabía que sólo eran niños y realmente nada pasaría.

-Hey, matademonios.- Saludó Taehyung, quien había dejado su chaleco sobre su cama, recostandose en la misma. -Tus pantalones blancos de diseñador están manchados en sangre. Que difamación a la moda.- Soltó con una sonrisa extraña, que Jungkook ni siquiera se molesto en entender.

-Así es la vida de un "matademonios"- Soltó aún observando la cuidad. -Bañar ropa gucci con sangre es uno de nuestros mayores problemas.-

-Ja.- El brujo lanzó una carcajada rápida. -Me agradas despues de todo.- Con un movimiento rápido de manos, Taehyung se había colocado su pijama.

Aveces desearía tener esa clase de magia demoníaca.

-Debería disculparme por decirte niño, pero no lo haré.- Su voz sonaba tan tranquila, como si estuviera dando un paseo por el parque de las almas en Alium.

~ALIUM~ |BTS&BP|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora