-TREINTA Y UNO-

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En un acto rápido y prolijo Rose giró sobre el suelo antes de que los cuerpos del resto del equipo le cayeran encima.

Lisa y Taehyung ya eran expertos en las entradas así que su aparición fue perfecta, mientras que Jimin se estrelló contra el suelo como una bolsa pesada de cemento, seguido de Yoongi quien cayó encima del rubio en una situación más que incomoda.

Rose odiaba admitir que miró la entrada esperando a que por aquel remolino brilloso del color del sol saliera Jungkook.

-¿El vendrá?- Preguntó Lisa, la bruja había visto los ojos de Rose espectantes y supuso que eso pensaba.

Y antes de que Taehyung contestara una figura oscura se contrastó contra la claridad de la entrada, Jungkook cayó al suelo con la agilidad de un gato rápido y en perfecta posición.

-Bien.- Todas las miradas se clavaron en el, incluso Jimin que intentaba tragarse su propio vómito.

Odiaba los viajes en entradas, prefería los autobuses.

-Los Silvas tardarán aproximadamente dos horas en saber que estamos aquí, según Jimin.-Explicó Jungkook evitando mirar a Rose, así que sus ojos volaban de Lisa, Jimin e incluso Yoongi. -Iremos a la capital del Reino y hablaremos con el Rey.-

-¿Que le diremos?- Preguntó Rose cuando toda su furia seguía ardida.

-Probablemente si hubieras ido a la reunión lo sabrías, pero claramente no es el caso.- Yoongi seguía odiando a Rose, pero por lo menos no la molestaba hablando sobre Jungkook.

-Tiene razón.- No parecía real, el pelinegro se coloco del lado del vampiro. -Cuando estemos seguros lo sabrás, pero por ahora solo  te diré que no creas nada de lo que ves en este bosque. Al igual que las Hadas tiene la habilidad de cambiar de forma, así que cuidado.-

El único que había visitado aquel sitio tan cargado de magia negra prohibida por el Consejo era Jungkook y podría decirse que Jimin pero el fue transportado en carrosa porque se desmayo al entrar.

-Van a ver y escuchar cosas que no son reales, esta naturaleza puede sentir lo que ustedes y va a usarlo a su favor.-

Rose trago saliva, había estudiado todo sobre el Reino de los Silvas y eso sólo la preocupaba aún más. Habían tantas leyendas en estas tierras que ni siquiera sabía cuáles eran reales y cuáles sólo se inventaron para crear miedo.

-Sin zapatos.- Ordenó y todos lo siguieron sin protestar, ni siquiera Yoongi se quejo. Aún que probablemente si Jungkook ordenara que todos debían bailar como robots en esa situación, tendría a cinco máquinas bailarinas muertas de miedo como resultado.

Gracias a los ángeles azules que no sucedió, pensó la castaña al tirar sus zapatos lejos de ahí. Era una pésima bailarina.

El pelinegro comenzó a caminar por el bosque con pasos seguros pero alertas, luego Rose lo siguió de la misma forma pero con la respiración agitada y manos sudorosas. Una fila se formó detrás, dejando a Yoongi como el cierre.

-Rose.- Murmuró la voz tan serena de Taehyung detrás suyo, la matademonios vio como el cuerpo que camina delante de ella se tensaba al escucharlo y se preguntó si a Jungkook realmente le molestaba Taehyung.

-¿Que sucede?-

-Solo quería disculparme.-Explicó el pelirrojo. -No debí llevarte al salón de baile, si no fuera por mí hubieras ido a la reunión.-

-¿Oh?- Rose se sorprendió al escuchar la voz arrepentida de Taehyung. -De todas formas Jungkook no me hubiese llamado para venir, así que solo debería agradecerte.- Explicó con sinceridad.

~ALIUM~ |BTS&BP|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora