-CINCUENTA-

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-Ninguno de los dos está aquí para escucharte hablar estupideces.- Escupió Jungkook mientras apoyaba las palmas de sus manos sobre la fría mesa.

-Estuve cinco meses en coma, niños.- Su cabello era tan similar al de Rose que Taehyung sintió esa horrible presión en su pecho nuevamente. -Deberían ser más amables.-

-Creeme que sere amable cuando te saque la garganta y.-

-Lo que Jungkook quiere decir es...- Interfirio el brujo sintiendo como el cuerpo de su compañero comenzaba a arder. -¿Sabias sobre la conexión?-

-¿De qué hablan?-

Malic observó a ambos chicos con esa expresión divertida y enfermiza que la caracterizaba, un mujer repleta de odio y venganza. La mesa de metal que los separaba de ella voló hasta estrellarse contra la pared cuando Jungkook no pudo contenerse y tomó de camiseta a él hada, acercándose a ella y logrando intimidarla en un segundo.

Sus ojos azules como el océano ardían y ella pudo notar el calor que emanaba el cuerpo del Greys, como si estuviera totalmente listo para acabar con ella.

-Mírame.- Ordenó Jungkook y Malic lo observó nuevamente, sólo le bastaron unos segundos para reconocerlo. -¿Ahora sabes quien soy, cierto? Tu mataste a mis padres y yo no dudaría un segundo en destrozarte aquí mismo.-

-Pero no puedes... ¿No es así?- La mujer sonrió de forma maliciosa y Taehyung quizo huir. -No puedes porque sabes que si me lastimas ella sentirá el mismo dolor y...-Su suspiro fue ácido.- Te he estado observando, niño. Se todo sobre ti y no le harías daño a Rose aunque eso significaría nunca cobrar venganza... Eres tan patético, todos creen que eres fuerte pero no es así.-

Jungkook sintió como su brazo se debilitaba y el agarre que retenía a Malic contra una pared también.

-Ese viejo bastado se encargo de entrenarte como un guerrero y tu lo adoras tanto que ni siquiera puedes matarlo por todo lo que te hizo.- Jungkook retrocedió unos pasos torpes hacia atrás, mientras su cabeza comenzaba a dar vueltas sin sentido. - Ancel tenía razón... Eres fragil.-

Jungkook sintió como su cuerpo comenzaba a jugarle encontrá, sus piernas temblaron al igual que el suelo y los recuerdos comenzaron a invadir su mente.

-Suficiente.- Gritó Namjoon al entrar en el cuatro de interrogatorios, la puerta se estrelló contra una de las paredes y de esa misma salieron miles de Greys del ejército. -Llevenla otra vez a El Presidio del Ángel.-

Los Greys obedecieron y sacaron sin cuidado a la Hada que se regocijaba al ver como Jungkook mantenía la mirada perdida en su angustia. Luego el resto del equipo entró al cuatro y rodearon al Greys de los ojos azulados.

-Tranquilo, tranquilo.- Susurraba Lisa quién se colocó a un costado del chico y con suavidad acarició su brazo.

Jungkook no contestó, pero tampoco lloró. El nunca lo hacía y probablemente retener las lágrimas provocaba que su calor corpolar aumentará cada vez más. Hasta que Taehyung sintió como si su piel le quemara.

Los últimos cinc meses habían sido caóticos, repletos de angustia y miedo. El equipo se había encargado del ejército de Malic pero nunca era suficiente, cada vez que arrestaban a un elfo tres más se unían a la causa y el secreto dentro del consejo seguía atormentandolos.

Malic quería poder, restablecer las normas y masacrar Greys. Sus seguidores la apoyaban sin dudarlo y estaban dispuestos a morir por su causa.

El consejo era un misterio, pero siempre lo había sido y aunque meses antes eso parecía ser lo correcto ahora las cosas dejaban de tener sentido en su totalidad.

No existían las certezas, no había nada realmente cierto en aquel mundo tan complejo.. pero de algo estaban seguros, aquellos once chicos eran un equipo y estaban listos para protegerse entre sí.

Jin y Namjoon sabían que algo andaba mal con el consejo al que habían servido toda su vida, incluso dudaban del lema que llevaban escrito en su piel al nacer, pero intentaban parecer tranquilos y serenos ante aquellos chicos, porque eran sus encargados y de alguna u otra forma todo lo que tenían realmente.

El instituto era su hogar y ellos una rara y extraña familia.

-¿Ella despertó?- Preguntó Hoseok, el chico de cabello naranja y mirada algo tímida.

-Asi es y quiere que todo estemos con ella.- Respondió Jisoo mirando directamente a Jungkook, el pelinegro no lo decía pero todos sabian que todavía se culpaba por dejar a Rose al borde de la muerte.

Jimin fue el primero en levantarse del suelo y ayudó a Yoongi a imitarlo, luego los demás y por ultimo el Greys del fuego logró mantenerse de pie.

Aquellos pasillos que en un principio fueron tan complejos y confusos como un laberinto, ahora eran parte de ellos y probablemente podrian moverse de un lado al otro con los ojos cerrados.

Al llegar a enfermería ninguno tuvo el valor real para abrir la puerta, ni siquiera Namjoon sintió que le correspondería tan responsalidad.

-Creo que deberían entrar primero.- Confesó Lisa aunque realmente dolía admitirlo, Taehyung y Jungkook lo sabían. Sabían que ellos tendrían que ser los primeros rostros que Rose vería pero el miedo los invadió.

Ambos se miraron entre sí y recordaron el odio que una vez sintieron por el otro y las peleas que terminaban en desastre, repletas de fuego y ojos amarillos. Ahora esa ira se había vuelto agonía.

-Entraré yo primero, tu muerete anciano.- Escupió Jungkook y Taehyung sonrió con simpatía.

-Solo eres un niño, no creo que entiendas a quien te enfrentas, matademonios.-

Bromearon como si siguieran siendo los mismos chicos de antes, solo dos jóvenes enamorados de la misma chica y desesperados por probarse a sí mismos que valen la pena.

-¿Estará molesta con nosotros?- Taehyung sabía que Jungkook no podria contestarle su pregunta pero aún así lo intentó.

-Solo hay una forma de saberlo.-

Sus manos se deslizaron sobre el picaporte y con fuerza empujó la puerta de madera de la enfermeria, al principio ninguno de los tres pudo soltar una palabra al verse. Todos esos días se habían vuelto tan trágicos que parecían robarles partes de su alma, pero ver a Rose viva ante ellos hizo que todo su dolor valiera la pena.

Cuando sus brazos hicieron contacto con sus cuerpos ambos pudieron sentir como volvían nuevamente a tierra y una manera gigante de alivio invadió su cuerpo.

Rose había corrido tan rápido que le costó creerlo y al lanzarse sobre ambos las lágrimas no pudieron contenerse, ellos estaban ahí, ella podía tocarlos nuevamente y sólo eso bastaba para ser feliz otra vez.

-Estas aquí...- Susurro Jungkook mientras se aferraba a él cuerpo de Rose y Taehyung, era difícil creer que sólo un abrazo podía revivirlo.

-Estoy aquí.-

~ALIUM~ |BTS&BP|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora