CUARENTA Y DOS

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-¿Mis padres saben eso?- Preguntó Rose, últimamente había descubierto tantas cosa de su pasado que ya no sabía que creer.

-Tus padres son los encargados de todo, desde que Ancel se "júbilo"- El Rey exagero sus comillas, mirando a los ojos a Jungkook quien intentaba no masacrar a todos.

El Rey sabía la verdad, la verdad de todo. Aún que no había contado nada sobre lo ocurrido entre Jungkook y su padre pero el pelinegro podía presentirlo.

-La ubicación de Malic, por favor. Basta de historias trágicas del pasado. Me perturba ver tantos Silvas.- Se quejo Yoongi quien se había resistido a hacer un comentario estúpido.

-Es una fugitiva de la ley, tu lo sabes bien vampiro. Ella te escribió una carta el día que huyó del Presidio del Ángel.- El Rey calló por completo la boca del vampiro, algo que no sucedía con frecuencia. -Veo que has optado por cambiar de vando y de gustos.- El elfo le hecho una mirada rápida a las manos de Jimin y Yoongi, ambas entrelazadas inconscientemente.

-¿No sabes dónde está?- Preguntó Rose algo agotada y desesperada, justo cuando el Elfo le extendió un pequeño papelito color tierra. Al verlo Rose supo que estsba escrito a mano, en una cursiva algo antigua y casi ilegible.

-Este era su antiguo hogar, tienen el permiso real de revisarlo si eso es lo que gustan.-

-Mierda... Más silvas.- Murmuró para sí mismo Lisa, mientras observaba los guerreros heridos del ejército del Rey, Elfos tan blancos como las nubes y con armaduras de oro.

-Mi cochero los llevara y luego de eso quiero que se larguen de aquí, su presencia tan cargada de emociones me asquea.- Explicó al mirar a todos en general, aún que Rose se sentía realmente tocada en ese comentario. -Si vuelven a entrar en mi Reino sin avisar les cortare la cabeza...- El Elfo se detuvo al ver a Jungkook para lanzarle una sonrisa algo subida de tono. -Aún que en tu caso sería un desperdicio.-

-Ahgs.-

Rose se sorprendió al escuchar el gruñido que salió de sus labios y rápidamente quizo cambiar de tema, aunque todos en la sala ya la habían escuchado. Incluyendo Taehyung que lanzó una mirada algo desolada al suelo.

-Nos iremos esta noche.- Dijo, al mismo tiempo que el Rey comentaba:

-El bosque de Cristales es un buen lugar para besar.-

Sabia que esto pasaría, Taehyung le dio otra mirada confundida que Rose trató de imitar pero el engaño duró poco, como todos lo hacen.

-Aún qué me gustaría creer que asesinar a una sirena no los éxito de alguna forma, porque eso sería realmente perturbador.- Parecía divertirse al ver los rostros confundidos de los demás, mientras que Jungkook permanecía serio y rígido emanando ese olor a leña y calor.

-¿De qué está hablando?- Preguntó Lisa, pero al ver la mirada pervertida del Rey supo a que se refería y sin dudarlo mucho volteo para ver a Jimin y Yoongi. -¿En serio? ¿No pudieron controlarse? Estamos en una misión para salvar a Rose.- Parecía una madre molesta y desilusionada castigando a sus hormonales hijos.

Silencio, helado y incómodo silencio.

-Nosotros no...- Empezó Yoongi, hasta que entendió y solto una risa burlona repleta de energía y felicidad. -¡Ustedes se besaron! Rose tenía sangre gris en la pierna antes de entrar al castillo.-

Al ver que nadie se reía, Yoongi se vio forzado a callar sus carcajadas en un intento fallido que terminó con el vampiro ahogándose y Jimin golpeando su espalda son suavidad.

-Idiotas.- Bufo Lisa mirando a aquellos dos, para luego pasar a lo trágico viendo como Taehyung miraba a Rose a los ojos. El pelirrojo podía ser tan extrañamente expresivo aveces. En sus ojos amarillos se veía reflejado cada una de sus emociones.

No le dijo nada, ni siquiera una mísera palabra pequeña se formó en sus labios. Lo cual era extraño considerando todas las cosas que Taehyung decía. Rose sintió ese sabor amargo en la boca durante todo el viaje en carruaje, ella había elegido el carruaje en el que no iban ninguno de los dos chicos que amaba.

Solo tenía la compañía de Lisa y eso era suficiente como para tranquilizarla.

-Tienes suerte, si lo piensas fríamente.-Comento la bruja unos minutos después del silencio mientras Rose observaba por la ventanilla el paisaje verde y repleto de vida.

-Creo que todo lo que tengo es lo opuesto a la suerte.-

-No conocía esta faceta trágica y dramática tuya, leíste demasiadas novelas de romance.- Lisa intentaba levantarle el humor, pero la rubia sólo sonrió forzadamente. Aún así la bruja no iba a permitir que Rose se deprima aunque no sabía el porqué, sólo quería mantenerla feliz siempre o lo máximo posible.

Rose volvió a dirigir su mirada al paisaje, un escena tan desalentadora y amarga que dolía mirarla. La rubia se sentía idiota y egoísta, jugando con dos chicos tan importantes en su vida como si fueran objetos desechables, aún sentía la mirada de Taehyung puesta en ella de forma desilusionada.

-Nunca me he enamorado de nadie.-

-¿Que?- Rose se salió drásticamente de sus pensamientos al escucharla.

-Nunca he visto a alguien con la misma mirada que tienes tu al ver a Taehyung.- La bruja se sincero de una forma tan inesperada incluso para ella. -O como emanas felicidad cuando Jungkook esta cerca, esas cosas nunca sucedieron en mi.- Lisa con sus ojos algo anaranjados veía a Rose, mientras pensaba si todo lo que estaba diciendo se comenzaba a volver mentira.

-Yo no se que...- La rubia intentó hablar, pero Lisa con sutileza la detuvo con una mirada compasiva.

-Tu te enamoraste, pero no sólo eso, amas a dos personas y se que harías lo que sea para cuidarlas. Eres genial Rose, creo que la chica, mejor dicho, la persona más increíble que he conocido.- Rose sonrió involuntariamente y Lisa igual, ambas sonriendose como niñas en una jugeteria. -Y eso viniendo de una anciana como yo es realmente importate.- Bromeó y de pronto toda la tristeza y odio que sentía Rose unos segundos antes se esfumó.

Lisa era realmente hermosa, pero no de la forma sensual y atrevida como la veían los demás.

Penso Rose, aún que por supuesto que era sexy y descarada pero había algo mucho más hermoso en cómo sus ojos naranjas se reflejaban con la poca luz que irradiaba aquella luna.

-Te enamoraste Rose.- Sus palabras salían como suspiros. -Y estoy segura de que esa es la sensación más hermosa que un ser humano podría sentir en toda esta vida.-

El viaje luego de eso fue cómodo y algo silencioso, entre bromas cortas y estúpidas sobre experiencias de Lisa con los Elfos y alguna que otra hada curiosa.

El carruaje frente a ellas era totalmente distinto, donde Jimin y Yoongi se miraban con miedo de que Taehyung asesinara a Jungkook o viceversa.

El carruaje contaba con dos filas de asientos que se veían entre sí, el vampiro y el brujo se encontraban juntos frente a los otros dos matademonios.

-El viaje será largo, caballeros.- Comentó Yoongi con su descarada forma de hablar, intentado levantar el ánimo del lugar mas fúnebre y repleto de tensión. -Deberían avisarnos si van a matarse o a fingir que no están enamorados de Rose, lo cual que parece una estupidez. Considerando que yo estoy aquí.-

Jimin le lanzo una mirada de reprimenda que el vampiro ignoro por comento, viendo como Taehyung soltaba una pequeña sonrisa ladeada. Yoongi decidió seguir con sus estupideces, quizás luego de mucho esfuerzo lograría que Jungkook sonriera.

-¿En serio la amas?- Preguntó, dejando atónitos a todos en el carruaje incluyendo el cochero que escuchaba con atención el drama. Yoongi se quedó con su broma en la boca.

-Si.- Respondio el brujo a la pregunta del pelinegro, con toda la seguridad que tenía su cuerpo. -Y no es necesario que tu respondas a eso, se que la amas. Puedo verlo atraves de tus ojos cuando la miras.-

Jimin y Yoongi desaparecieron del carruaje, de una forma tan metafórica que se llegó a sentirse íntimo entre ambos enamorados. No había odio en sus palabras, sólo sinceridad.

-Ella te ama también.- Dolía decirlo, dolía admitir que la chica que amaba desde niño sentía eso mismo sobre otro chico.

-También a ti, Jungkook.-

~ALIUM~ |BTS&BP|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora