TREINTA Y CINCO

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Su cuerpo se rindió ante la neblina, todo lo que antes había sido una camino algo hancho ahora se oscurecía por tierra densa y pesada.

Jungkook no podía ver nada más allá, ni siquiera sabía si Rose seguía con vida luego de hacer aquel acto tan heroico. La pérdida de sangre más la falta de magia angelical lo desmayararon para que no muriese.

Taehyung cayó de rodillas al suelo entre temblores y lágrimas, antes en brujo creía que luego de ver morir a tanta gente amada uno se acostumbra al dolor... Pero no era así, no ver a Rose en ninguna parte le destrozó el corazón y dolía aún más que cualquier otra perdida.

Yoongi comenzó a consolar a él brujo, aún los tres chicos se encontraban sobre una de las chozas más altas, sin ver más que tierra por todos lados.

-No...- Lisa se seco la única lagrima que salió por su rostro. -No voy a dejarte, Rose.- No sabía si podía sobrevivir a tal caída, ni siquiera estaba segura que aún seguía existiendo suelo bajo sus pies, pero aún así Lisa no dudo un segundo en saltar.

El aterrizaje fue brusco y doloroso, sus pies descalzos ya estaban más que sangrantes y aún así ella comenzó a caminar entre la marea.

-¡Rose!- Gritó y grito, pero nadie parecía escuchar. -Rose por favor, para esto.-

Ella seguía sobre el suelo, mirando como de sus manos salían toneladas de arena y se dispersaba como el aire, ese era su escondite y un lugar donde nadie podría lastimarla.

Rose podía oir con claridad los gritos de Lisa, incluso el llanto de Taehyung, todas sus habilidades se habian agudizado de formas exageradas. Podía ver el palacio a quilometro de ahí, hecho de oro y con pequeñas ilustraciones de Hadas, Elfos, Duendes y Sirenas reconocidas en el Reino Silva.

Escuchaba el corazón de Jungkook ir cada vez más lento, pero aún así el estaba bien. Sentía como el cuerpo de Jimin era un saco vacío de magia y podía oír el desespero en la voz de su amiga.

-¡Pará con esto, Rose!- Su garganta iba a quebrarse. -¡Se que estas ahí y puedes oírme!- Rose se acurrucó aun más entre las rocas y la sangre verde de los Elfos. -¡NO ERES NINGUN FENÓMENO, ROSE!-

Y la arena dejó de flotar con el aire y en un instante cayó todo al suelo como si pesará más que el metal. La vista de todos en el Reino volvía a sus ojos, mostrando la pequeña figura que se revelaba ante ellos.

-Rose...- Murmuró Lisa mientras corría hacia dónde el cuerpo de su amiga yacía en el suelo, al llegar la bruja prácticamente se lanzó sobre ella.

Su cabello castaño, esa marea de pelos cafés y despeinados ya no estaban con ella. En su lugar una melena dorada se extendía desde su cabeza hasta las rodilla de Rose.

Lisa la abrazó con todas sus fuerzas, no importaba lo que hubiese cambiado de Rose. En los ojos de Lisa ella seguía siendo hermosa y la persona más valiente que había conocido.

-Estas viva.- Decía, para calmarse a ella misma mientras Rose aún permanecía con los ojos cerrados y algo inconsciente, mientras que su cuerpo parecía un glaciar en invierno. -Y eso es lo único que me importa ahora.-

La mirada de todos se clavaba en aquellas dos, la bruja que había saltado desde casi seis metros de altura y la chica que había destruido la tierra con sólo un pensamiento.

-Los Angeles son dorados.-

Susurro Taehyung, recordando la platica que habían tenido hace unas horas con ella. Jungkook sintió que una fuerza incomprensible lo obligaba a abrir sus ojos y lo primero que vio fue a Rose.

Dejando a todos sin aliento, ella comenzó a moverse despacio y con la sutileza de una brisa veraniega. Los habitantes del pueblo se escondieron en sus chozas por el miedo, pero aún así observaban detrás de las ventanas.

Rose abrió los ojos, viendo como todas las miradas se clavaban en ella y por unos segundos tuvo la esperanza de que todo lo ocurrido sólo fuera un sueño. Hasta que pudo ir con suma claridad las palabras asustadas de Taehyung.

-Y lucifer tiene los ojos verdes.-

Nadie respiro hasta que Rose volvió a desmayarse y su iris brillante del color más fuerte e impactante se cerró.

~ALIUM~ |BTS&BP|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora