TREINTA Y TRES

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Rose y Jungkook no volvieron a hablar de lo sucedido hace unos minutos atras, solo se gastaban tontas bromas y ella intentaba esconder la quemadura en su mano derecha de los ojos del pelinegro.

Al primero que encontraron fue a Jimin, el rubio caminaba encorvado y temeroso mientras intentaba esconderse tras los arbustos más grandes.

Jungkook se encargo de asustarlo por atrás, provocando que un grito agudo como los de un gato cuando se les piza por error la cola sonará en todo el bosque.

-Idiota.- Gruñó fingiendo molestia mientras ambos chicos se daban pequeños empujones de broma, Rose pude ver la satisfacción en la cara de ambos al encontrarse.

Después de todo, ellos literalmente había crecido y vivido juntos. Tanto en el instituto como en Pilae. Se conocían mejor que a ellos mismos y naturalmente eran un apoyo tan grande para el otro que Rose sintió felicidad instantánea al verlos jugar como niños.

Le recordó a cómo Alex y ella corrían por las calles de Alium, jugando a ser invisibles y robándo pastelillos a la cocinera del instituto.

Extrañaba a su mejor amigo.

-Hey, Rose.- El rubio que había sido lanzado en el suelo había visto la presencia de su hermana. -¿Te encuentras bien?- El señaló su mano, con la línea roja y negra que la atravesaba. Se veía algo preocupado, lo que impacto a Rose.

-Por supuesto.- No mintió, claramente era incapaz de sentir dolor hasta que el hechizo se esfurama pero aún así estaba algo angustiada.

Jungkook reaccionó y dejó de molestar a Jimin, ambos se levantaron del suelo y comenzaron a caminar. Mientras el pelinegro contaba todo lo sucedido, la sirena que los había atacado, la daga de fuego angelical que había quemado a Rose y el resto, la parte del beso fue omitida por obvias razones.

Y el viaje por el bosque fue similar a su niñez, solo ellos tres. Caminando sin mucho rumbo en busca de algo indefinido.

Yoongi los vio pasar y gritó, estaba desesperado y odiaba la idea de estar un bosque tan manipulador. Que le había hecho pensar en todo, en su pasado y en cómo este estaba afectando todo ahora.

-¿Donde mierda se habían metido?- Preguntó sacando todos sus aires de superioridad, en sus ojos Rose pudo ver la desesperación y el miedo de encontrarse solo.

Por un momento pensó que sería divertido burlarse de él, pero re capacitó al ver como su hermano se veía tan preocupado por el.

Yoongi estaba sobre unas rocas y no se movió, parecía horrorizado y rápidamente Jimin corrió a colocarse frente a él.

-¿Estas bien?- Preguntó Jimin, bajando el volumen de su voz para que sólo Yoongi lo escuchara. Y Rose pudo notar como su hermano tocaba con suavidad las mejillas del vampiro, intentando contenerlo.

Y se preguntó a sí misma como el amor podía afectarnos. Como podía sacarnos todo nuestro enfado hacia la persona que queríamos de un segundo al otro cuando está nos necesitaba.

Jungkook la dejó en la enfermería, ella se había llenado de rabia al verlo huir y se prometió no volver a hablarle. Tan drástico y dramático que era imposible de creer. Y cuando Jungkook le confesó sus sentimientos ya no había vuelta atrás, porque el amor de ella se habia vuelto más grande.

Jungkook y Rose se alejaron un poco para que ambos chicos pudieran hablar y al cabo de unos minutos ambos se levantaron a seguir con el viaje.

-¿Que le diremos al Rey? ¿Cuál es el plan? - Preguntó Rose, esperando que la repuesta no sea la misma de cuando llegaron al Bosque de Cristal.

~ALIUM~ |BTS&BP|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora