La textura bajo su piel era tan cómoda y reconfortante que ni siquiera estaba segura de que si quería abrir lo ojos o seguir en la total ignorancia.
Luego de unos minutos se sintió prácticamente obliga a despertar al escuchar una armoniosa melodia de violin.
Bien, ya me mori.
Pensó Rose cuando abrió los ojos y vio donde se encontraba, una cama de plumas y seda costosa donde se acurrucaba pacíficamente, en medio de una habitación enorme con paredes altas e incrustadas en piedras preciosas.
-No, no estas muerta.-
Rose volteó rápidamente al escuchar una voz femenina preparada para soltar cualquier tipo de ataque, pero al ver como aquella mujer la veía a los ojos, supo que no era necesario aniquilarla... O por lo menos no por ahora.
-¿Donde estoy?- Rose se sintió estúpida por su pregunta, nada podía ser más obvio que aquella situación. La mujer tenía dibujado todo el cuerpo por flores y enredaderas verdes que se escondían detrás de su cabello violeta.
Rose nunca había visto un hada en su forma natural, con los ojos que reflejaban un campo y las dibujos trazados en su cuerpo.
La mujer le sonrió, sabiendo que ella ya había adivinado la repuesta. No era necesario tocar a Rose para ser lo que sentía, ella podía simplemente olerlo a quilometros.
-No estés asustada.- La voz tan armoniosa y pacífica del hada estremecía a Rose. -Nadie va a hacerte daño.-
Yo les voy a hacer daño...
Rose saco esa idea de su cabeza, recordando todo lo que había hecho en el pueblo y las pobres personas que había aterrorizado. Se sentía molesta y asustada, tenía ganas de llorar y gritar pero en vez de eso solo dijo...
-Tengo hambre.-
Y era verdad, aún que quizás no lo más apropiado para decir en aquella situación, pero el hada no parecía molesta. Sino más bien divertida.
-Sus amigos están cenando en el comedor principal.- Comentó al acercarse a la cama donde ella estaba, el hada se sentó sobre esta y Rose sin notarlo se abrazo a sus rodillas. Como hacia cuando era niña y sentía miedo.
Jungkook...
Automáticamente le vino a la cabeza la imagen de estar luchando junto a él y luego todo se torno negro y confuso.
Solo pensar en eso fue suficiente para que Rose se levantara de la cama y corriera hasta la puertas pesadas de la gran habitación. Antes de salir el hada solto un grito de atención y Rose volteó nerviosa.
-Señorita.- El hada seguía sonriente, una sonrisa tan carente de sinceridad que asustaba. Las Hadas no parecían tener emociones, eran sólo una máscara bonita e imitadora.
-¿Si?- Aún así Rose intentaba ser amable.
-Creo que sería una buena idea colocarse algún tipo de atuendo para salir al comedor.- Mencionó como si fuese solo una humilde sugerencia y Rose enrojecido al notar que sólo traia su ropa interior.
-¿Oh? Emm...- La chica trató de esconder su cuerpo con sus brazos pero era lo mismo que nada. -¿Buena idea....? - Contestó nerviosa y el hada río.
-Bella Qin, pero usted puede decirme Qin si eso gusta.- La risita del hada sonaba tan real que Rose pensó que ambas podían llevarse bien en otra situación. -Tengo un vestido para usted.-
-Preferiria mi ropa.- Rose miraba nerviosa por la ventana esperando que nadie pudiese verla pero luego entendió que estaba a metros del suelo y se tranquilizó. El palacio era realmente alto.
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~ALIUM~ |BTS&BP|
Fanfiction"La razón ante todo" Un lema que los Greys llevan literalmente grabado en la piel. Quizas contradecir esto fuese el peor de los pecados, pero aveces tu cerebro mismo decide tomar otras decisiones para salvar al corazón. . . . . . . Inspirado en el m...