TREINTA Y CUATRO

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-Oh, por Lilith.- Gritó Lisa al ver como la pierna de Rose sangraba y rápidamente Taehyung se había colocado junto a ella.

-¿Que le sucede?- Rose escuchó a la lejanía las palabras de Yoongi, quien había enterrado tan fuerte sus uñas que perforó su piel, como una bolsa de agua pinchada.

Nadie se molesto realmente con el vampiro, todos habían visto, oído o sentido cosas extrañas en ese lugar tan oscuro. Aún así, Jungkook sabía que él bosque no te implantaba ideas falsas en la cabeza y Yoongi había revelado secretos.

-Salgamos de aquí.- La voz de Taehyung fue tan suave como el tacto que tuvo sobre el cuerpo de Rose para levantarla del suelo, el la ayudó con una exagerada delicadeza. Como si Rose fuese una obra de arte antigua y no un soldado asesino.

Jungkook intentó no pensar en el hecho de que Rose y el brujo parecían tenerse una confianza de años, cuando sólo llevaban unas semanas en el instituto.

-Ella se ve horrible.- Mencionó la bruja, mientras su amiga le daba un pequeño empujón en el hombro como repuesta. -Auch, sabes que es cierto.-

-¡La nariz de Yoongi está mucho peor que yo!-

Y eso era cierto, el rostro del vampiro se había hinchado tanto que su rostro se asimilaba a un balón de voley blanquecino, mientras la sangre no dejaba de emanar de sus fosas nasales.

-Perra. -Murmuró mientras intentaba volver a levantarse del suelo, pero antes Jungkook le dio un rápido golpe con el piel para lanzarlo otra vez. Un movimiento sutil pero con gracia. -¿Alguien puede explicarme porque mi maldita nariz parece una fuente?-

-Ese es el menor de tus problemas.-

Su voz volvió todas las miradas puestas en el, incluso la de Jimin que intentaba no ver a su hermana a los ojos por la vergüenza. El pelirrojo se había arrancado un pedazo de camisa en la parte de las mangas y con ese trozo de tela roja comenzó a envolverle la herida a Rose, deteniendo el sangrado no tan profundo.

-Creo que será mejor que no camines.- Aclaró el brujo y Jimin se sintió terrible por pensar que Rose siempre tenía que llevarse la atención de los chicos.

Soy un psicópata celoso...

Pensó mientras pateaba unas rocas negras bajo el, sintiendo como se hundía cada vez más en su locura.

Taehyung cargo a Rose en su espalda y el equipo se decidió a seguir avanzando, ya habían pasado casi cuatro horas cuando por fin lograron llegar al pastizal.

-Gracias a los ángeles salimos de ahí.- Suspiro Jungkook, sintiendo como su cerebro se calmaba por fin en toda la noche, aún que ya estaba por amanecer.

Los cinco se lanzaron al césped de color verdoso, tan plano y prolijo que podían ver la ciudad alzarse a solo unos kilómetros de ahí, en una bajada satisfactoria.

-El Rey sabe que estamos aquí. Puede sentirnos...- Comenta luego de darle un gran sorbo al agua algo tibia que cargaba Lisa en su mochila. -Así que lo que queda de la noche descansaremos y mañana tendremos más fuerzas para enfrentarnos con el.-

Ninguno de los cuatro emitió un solo sonido, sus cuerpos ya casi no tenían fuerza y las palabras de Jungkook fueron el perfecto pie a lanzarse en un sueño profundo.

Dormir en el césped no era la peor cosa que le había pasado a ninguno esa noche, salvo a Jimin. El rubio no había sufrido demasiado, no más que un ataque de sirena, el recuerdo de tu ex novia psicópata o los gritos y abusos de tu madre en la nobleza.

El sol salió y el primero en despertar fue Jungkook, quien había luchado toda la noche para no dormir y vigilar que todos estén bien pero el cansancio y la falta de magia blanca en su cuerpo lo consumieron luego de unas horas.

~ALIUM~ |BTS&BP|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora