CUARENTA Y CUATRO

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Solo al despertar entendió que no estaba muerta, aún que se sentía más doloroso. Supuso que el hechizo indoloro de Taehyung se había agotado después de tanto tiempo y se sintió realmente culpable por absorber toda su magia como un perro sediento.

Giro su cuerpo con cuidado mientras abría los ojos y escucho las inhalaciones nerviosas de personas detrás suyo.

Al voltear vio a aquellos tres rostros conocidos, Lisa quién se acomodaba cerca de sus pies y jugueteaba con la sábanas entre sus manos. Luego notó el perfecto cabello rojo de Taehyung, que brillaba repleto de brillantina azul en una perfecta combinación y por ultimo, Jungkook quien era todo un manojo de preocupación.

-Por Lilith.- Lisa fue la primera en hablar y sonrió nerviosa al ver como Rose la observaba. -Ya deja de estar al borde de morir, Rose. Por favor quedate quieta y segura.- La bruja se levantó de suelo y empujó a ambos chicos para tener una mejor vista de su amiga.

Rose pudo notar la desesperación en la voz de Lisa, se sentía culpable por asustarla pero al mismo tiempo se alegro al verla cuanto le importaba.

-Estoy harta de sus estúpidas leyes y lemas.- Lisa enfureció y tomó las manos de Rose, logrando ponerse cara a cara. -Tu destino no es morir en una maldita batalla, Rose.-

Despertar de esa forma era confuso, pero entendía la preocupación de su amiga. Las leyes de los Greys eran estúpidas y malvadas, eso lo había entendido.

-Si necesitas nuestra ayuda solo nos llamas.- Ordenó entre gritos histéricos, pero era gracioso ver a la bruja que siempre se mostraba desinteresada y coqueta, tan poco preocupada por sí misma. -La próxima vez que me preocupes así, te juro que voy a quemar cada uno de tus libros y grabare tus llantos.-

-Luego tendrás que correr muy rápido.- Bromeó Rose con una risita sincera y su amiga la imitó, aún que luego lanzó una mirada de "habló en serio, Rose" -De acuerdo, te prometo que si me rompo una uña o tengo una pesadilla te llamaré.-

-Fantástico.-

Jungkook y Taehyung se alejaron un poco para dejarlas hablar sobre cosas sin mucho sentido, los tres entendian que era el momento de descanso para Rose aún que ella no lo quisiera. Se sentaron sobre otra camilla, mirando distintos puntos pero pensando exactamente lo mismo.

Encontrar a Malic y asesinarla, junto con todo su perverso séquito.

-Creo que deberíamos ver más películas en ese lugar de el centro comercial.- Se rio Rose, ambas recordaban su única salida como personas normales que no había tenido un buen final.

-Se llama Cine.-La bruja se divertía tanto con Rose que la situación más catastrofica (como aquella) parecía un día de campo. -Y quizás podríamos volver a casa sin necesidad de internarte o tener una batalla épica en el camino.-

-Será un misión difícil.-

-Me desesperas, chica.- Lisa olvidó la presencia de ambos chicos detrás, pero Jungkook se lo recordó con una tos forzada.- Creo que debería dejarte con ellos ahora.-

Rose trago saliva por los nervios y una picazón incomoda invadió su cuerpo, no quería enfrentarse a la realidad de amar a dos personas a la vez.

-Suerte.- Comentó Lisa antes de levantarse del suelo y salir por la puerta de la enfermeria. Al pasar enfrente de ambos chicos se detuvo y los observó. -La hacen llorar o incluso sentirse un poco triste y les arrancare sus hermosas caras.-

-Lindo cumplido, Lisa.- Bromeó el pelinegro y Taehyung solo se encogió de hombros, luego la bruja se marchó. -Ve tu primero.-

-Quizas debamos ir los dos, creo que eso espera.-

-De acuerdo.- Cedió Jungkook antes de levantarse con algo de miedo de la camilla, para caminar hacia Rose que intentaba acomodarse correctamente.

Ambos chicos llegaron al mismo tiempo y ella no pudo evitar sonreír, sus dos personas favoritas intentaban llevarse bien.

-¿Cuánto tiempo estuve dormida?-

-Casi dos meses.- Respondió Jungkook y Rose se tensó instantáneamente, pero todo se calmo cuando Taehyung lo empujó.

-Dos semanas.- Confesó el brujo. Aún así era demasiado tiempo.

-¿Y que sucedió?-

-Deberías hacerle caso a Lisa y descansar.- Taehyung no vio venir que al mismo tiempo el Greys a su lado diria:

-Tus padres están aquí.-

Como era de esperarse su corazón se detuvo y ambos chicos vieron como Rose palidecia por completo. Taehyung se apresuró a tomar la mano de Rose y acariciar con la punta de los dedos esta, logrando que ella se desconcentrara un poco. Jungkook apretó los dientes.

-Todo estará bien.- Susurro el brujo y Rose le regalo una sonrisa fingiendo tranquilidad, Jungkook había visto esa misma expresión antes y era fácil reconocer las emociones de Rose, pero el brujo se lo creyó de todas formas. No lo culpaba.

-Alex también está aquí.-

Jungkook sabía cómo alegrar a Rose, el sabía cada detalle de ella desde que era niña y le prestaba suma atención a cada movimiento, admirandola de una forma tan infantil y simple. Jungkook deseo volver a esos tiempos, donde la mayor preocupación era pasar un examen.

Rose sonrió, esta vez de forma sincera.

-Enloqueció cuando supo lo que te ocurrió.- Comentó el chico, recordando ese momento en su cabeza una y otra vez. -Jin y Nam nos obligaron a explicarles todo, pero ellos dicen que nos ayudaran de ahora en más y que tendremos refuerzos si los necesitamos.-

Rose se detuvo a asimilar todas las palabras de Jungkook.

-¿Que me sucedió?- Preguntó y sintió que la mano de Taehyung la tomaba con más fuerza. Jungkook trago saliva y Rose recordó el Bosque de Cristal, cuando lo vio tan vulnerable y fácil de lastimar. Era difícil imaginar a Jungkook así ahora.

-Intente ayudarte y traerte a casa, pero tu cuerpo fue capturado por enredaderas y flores que salieron del suelo. Como si intentarán que no te tocará.- Confesó recordando la desesperación que había sentido en ese momento.

-Creemos que fue Malic, o tal vez el Rey.-

Rose interrumpió el futuro comentario de Jungkook antes de arrepentirse de lo que estaba por decir.

-Fui yo, lo siento...-

-¿Que?- Preguntaron al mismo tiempo, con el mismo tono de voz confundido y sorprendido. Rose creyó que ambos eran muy lindos, pero evitó decirlo. Sería incómodo para todos.

-Creo que hablo con mis poderes. No los controlo.-

Era dificil de explicar, mucho más porque la magia no funcionaba así y Rose lo sabia, sabía que había algo ilógico dentro de su poder pero ella les hablaba, como si fueran personas viviendo dentro suyo.

-Les dije "no me salven" y creo que iban a dejarme morir...- Susurro, aún que se sentía segura con ambos era dificil admitir que ya no podía soportar el dolor ante ellos, que la veían como si fuera una fuerza exagerada de valentía.

-Eso no tiene sentido.- Taehyung estaba confundido, había pasado toda su vida investigando como funciona la magia y así no era, pero no contó con que Jungkook hablaría al mismo tiempo.

-Tranquila.- El pelinegro sólo le habia interesado la pararte donde Rose confesaba que quizo morir, no ser salvada ni por ella misma. Paso su brazo al rededor de su cuello y la rubia se desvaneció sobre su cuerpo, escondiéndose en el pecho de Jungkook como si este fuera el lugar más seguro del mundo. -Tranquila, estoy aquí...- Susurraba.

Las lágrimas comenzaron a manchar la camiseta holgada de color blanco que el traía, pero era Jungkook y Rose sabía que eso no le interesaba en lo más mínimo.

-N-no lo soporto.- Entre sollozos intentó hablar pero su respiración cerró esa posibilidad y más lágrimas taparon su garganta. Apretó la mano de Taehyung en busca de tranquilidad.

Era tan extraño, ninguno estaba fuera en ese momento: no eran Rose y Jungkook abrazados, tampoco Rose y Taehyung tomados de la mano, ni siquiera Jungkook y Taehyung mirándose. Los tres se volvían un todo y se sentía realmente bien.

~ALIUM~ |BTS&BP|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora