-CINCUENTA Y UNO-

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-¿Cuanto tiempo?- Preguntó Rose al separarse de ambos, intentando no demostrar el miedo que sentía.

-Cinco meses...- La voz de Taehyung fue tan suave que al principio Rose no se dio cuenta todo el tiempo que había estado dormida y sus piernas temblaron, no podía recordar mucho de la última vez que abrió los ojos. Todo el borroso pero la única figura que se veía con claridad era Malic.

-Ella está encerrada.- Aviso Jungkook como si pudiera leer la mente de la chica, el pelinegro se detuvo a examinarla y notó todo lo que estaba mal en ella. Sus brazos se veían más delgados, como si cada musculo que tenía su cuerpo hubiera sido absorbido mientras dormía. -Vamos a comer, Rose.-

-De acuerd-

La puertas de la enfermería de abrieron tan inesperadamente que el ambiente que se había formado desapareció, Rose sintió como su cuerpo era envuelto con la suave desesperación de su mejor amigo. Alex levantó a su amiga del suelo por unos segundos y luego se vio obligado a volverla a tierra cuando Jungkook tosio intencionalmente.

Ambos con la respiración agitada y una sonrisa en su rostro se observaron, Rose no lo resistió y volvió a abrazarlo, sentir a Alex a su lado era como volver a su infancia y el traía ese aroma tierroso del cual Rose se burlaba con frecuencia.

-Vine todas las noches a verte.- Y era cierto, el chico de cabello ondulado se paseaba por la enfermeria esperando a que su mejor amiga abriera los ojos.

-Lo siento por engañarte sobre todo esto.- Explicó Rose algo desesperada, viendo como Taehyung y Jungkook observaban la escena serios y distantes.

-Es mi culpa. ¿Como pude creerme que te ibas de vacaciones con tu familia?- Bromeó y el pelinegro quizo lanzarlo por la ventana. -Pero estoy aquí y eso es lo que cuenta, Rosit.-

Alex tomó sus manos con la dulcura de un niño y las apretó con la misma torpeza, Rose siempre pensó que Alex era la única criatura en el mundo incapaz de tener maldad en su cuerpo.

-Ahora debemos irnos de este horrible lugar.- Exclamó al voltearse aún tomando las manos de Rose y ella no reaccionó del todo a sus palabras hasta que el intento sacarla de la enfermería.

Taehyung y Jungkook se tensaron, les molestaba tanto la existencia de Alex.

-¿Que dices?- Preguntó Rose al impedirle que siguiera llevándola. Alex suspiró por lo bajo y volteo a verla.

-Nos iremos lejos de aquí, donde nadie pueda encontrarte. Ni el consejo, ni Malic. Tus padres consiguieron el lugar perfecto para que escapemos juntos y estés segura.-

El mundo de Rose dio vueltas y vueltas intentando buscar entre sus recuerdos borrosos y ahí estaba, el consejo intentó asesinar a los mellizos por tener el poder de todos los elementos... ¿Acaso con ella iban a ser amables?

La mirada temerosa de Alex le dio la respuesta, pero los ojos azules de Jungkook le rogaban que no huyera y podía sentirlo, podía sentir la pena que invadía a Taehyung también.

-Vamos, rápido. El consejo tendrá una reunión en unas horas.- Exclamó Alex y por su torpeza y desesperación tomó un poco más fuerte el agarre sobre la muñeca de Rose, la rubia solto un quejido de dolor porque su cuerpo ya no era como antes, se había vuelto débil y sin energía.

-Sueltala.- Escupió Jungkook al no resistir ver a Rose en ese estado y mucho menos soportar la idea de que iban a alejarla de él, Alex lo obedeció porque había entendido que Jungkook daba algo de miedo cuando se trataba de defender a Rose.

Cinco meses dormida, cinco meses siendo una carga para todos, cinco meses en la incertidumbre de no saber distinguir entre la fina línea de la vida o la muerte.

~ALIUM~ |BTS&BP|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora