Cuatro

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Si me preguntan qué cual es mi lugar favorito, yo siempre responderé que es la presencia de Dios, porque cuando estoy allí tengo una experiencia tan hermosa que ni siquiera logro encontrar las palabras para explicar lo que siento; en estos momento...

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Si me preguntan qué cual es mi lugar favorito, yo siempre responderé que es la presencia de Dios, porque cuando estoy allí tengo una experiencia tan hermosa que ni siquiera logro encontrar las palabras para explicar lo que siento; en estos momentos la gran mayoría de los jóvenes están sumergidos en la presencia de Dios, la cual comenzó a sentirse tan fuerte que la persona que le tocaba hablar la palabra tuvo que dejar de predicar para así empezar a profetizar, sobre cada una de las personas que estamos aquí. Empiezo a sentir como el cálido amor del Padre me envuelve por completo, siento como mis manos y brazos arden, mis piernas tiemblan de tal forma que apenas puedo mantenerme en pie; esta atmósfera tan distinta me hace sentir como si estuviera en el cielo hasta que a mi cabeza llegaron unas palabras: "Mira atrás de ti y en la primera fila de sillas, vas a ver a una chica rubia, ve hacia ella y háblale del amor que siento por ella." 

Pero no me moví, me quede en el mismo sitio por miedo del que dirán o de que realmente no haya sido Dios quien me hablo, pero ya no siento la presencia tan fuerte como hace unos minutos la había sentido, el ardor en mis brazos ha desaparecido, mis piernas no tiemblan tanto y no logro conectarme con Dios. 

"Ve".

Se volvió a repetir en mi cabeza, pero por temor no  quiero ir hacia allá, siendo sincera en estos momentos prefiero  que manden a otra persona y no a mi, yo solo quiero continuar siendo llena del Espíritu Santo, pero entonces empecé a sentir como poco a poco mi estómago comenzó a arder.

"Tú me pediste que te usará sin importar qué, ahora ve y no tengas mas temor."

Resonó en mi cabeza, justo en ese momento me volteé y con el estómago ardiendo cada vez más, me dirigí hacia donde me habían indicado y tal como me habían dicho, encontré a una chica rubia de ojos claros, alcance a ver como su oreja derecha esta llena de aretes y también tiene varios más en su cara; noté como ella observa minuciosamente a cada persona que está siendo llena del Espíritu Santo, su mirada se encontró con la mía, así que sin pensarlo dos veces, la abracé y empecé a hablarle en su oído, ahora con toda la seguridad de que era Dios y no yo.

—Dios te ama mucho, tú has estado pensando que él te ha dejado sola pero nunca fue así, Él siempre ha estado a tu lado guardándote de todo mal. Crees que no te escucha pero Él oye cada una de tus palabras —grandes sollozos salían de sus labios y sentí como mis brazos tiemblan—. Él escuchó cuando le pediste que hiciera algo contigo en este campamento, que necesitabas un cambio en tu vida y porque lo pediste con anhelo, serás transformada, vas a ser tan llena del Espíritu Santo que todos lo van a notar.

>>Vas a ser usada y vas a hacer cosas que nunca imaginaste que ibas a hacer, serás una persona de cambio e inspiración para esta generación; en el camino encontrarás leones, pero no te preocupes por ellos porque sus bocas van a ser cerradas. —Me solté del abrazo y me aleje un poco de ella con mis ojos todavía cerrados. Entonces el Espíritu Santo vino sobre mí, llenándome como nunca lo había hecho; mi cuerpo completo no paraba de temblar, yo estaba llorando pero a la vez reía. No pude continuar manteniendome en pie así que caí de rodillas, en este momento, por primera vez en mi vida empecé a hablar en lenguas angelicales. Alguien se arrodilló a mi lado y puso su mano sobre mi espalda, orando por mí hasta que unos breves minutos después se acercó a mi oído para hablar palabra de Dios.

Aliento de vida {borrador} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora