Cuando era una bebé mis padres me abandonaron, pero eso nunca me impidió ser feliz. Conocí a Dios desde mi niñez y me fue más fácil llevar las cargas de la vida. Durante mi adolescencia libre batallas de las cuales pensé que nunca iba a salir, a vec...
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Sin duda alguna, aquella fue la mejor salida que he tenido en todo este tiempo. Luego de que cenamos, subimos a una pequeña plataforma que hay allí, para hacer karaoke cristiano; cantamos varias canciones de Lauren Daigle y de la banda MercyMe. Desafinamos mucho, cantamos con una pronunciación terrible, las personas se reían por esto; así que decidimos hacer aun más el ridículo, provocando que las personas rieran más y nosotros junto con ellos.
Luego de esto, nos pusimos a reflexionar hasta que llegamos a la conclusión de que si nos lanzamos para cantantes, nos vamos a morir de hambre. Cuando terminamos de cantar, nos dio calor por tanto movernos y saltar; así que salimos al patio del restaurante para sentarnos bajo la luz de la luna y las estrellas; allí empezamos a contarnos cosas de nosotros, que el otro desconocía. Fue entonces cuando descubrí que él tiene un corazón lleno de amor, no sólo para sus amistades sino para todos, le encanta ayudar a otros sin importar quien sea y pone a los demás antes que a él mismo, incluso si la otra persona es su enemigo.
Deje los recuerdos de la noche anterior a un lado y continúe triturando las galletas oreo con una gran sonrisa.
—Creo que mi hija está enamorada —canturreó mamá, junto a mí.
—Algo así —respondí segundos más tarde. Incliné mi cabeza hacia mi lado izquierdo y mi sonrisa se agrandó.
—¡Por fin lo admitió! —exclamó Eliana, entrometiéndose cuando me escuchó desde el umbral de la cocina—. Me siento tan emocionada por esto—rodé los ojos con una sonrisa. Deje de triturar las galletas para cruzar mis brazos y dirigir mi mirada hacia el umbral, donde se encuentra ella con su pijama amarillo de rayas; su castaño y largo cabello todo enmarañado; el único momento del día en donde verás a Eliana desgreñada, es este.
—Yo quiero saber una cosa, ¿Qué es lo que no te emociona? —reí. Mamá permanece en silencio, atenta a la escena mientras saca algunos ingredientes de la nevera.
—Saber que te vas en dos semanas —respondió rápido, cambiando la alegre expresión por una seria; abrí mi boca para decir algo pero ella salió de la cocina sin permitirme articular palabra alguna.
Resoplé y continúe con lo que estaba haciendo en un inicio, pero la sonrisa que tenía se ha esfumado y ha sido cambiada por una expresión seria. Recordar que me iré y dejare atrás algo mi familia, amigos, mi iglesia, a Declan... me entristece porque voy a estar a tres horas de ellos y no será lo mismo, porque ya no los veré todos los días, tampoco podre regresar a menudo, a causa de que tal vez no tenga mucho tiempo y también hay que ahorrar el dinero.
—¿Se te fue la alegría porque recordaste que te vas? —indagó mi madre cerrando la nevera para mirarme. No respondí, sólo me encogí de hombros y en silencio, sin tratar de fingir alguna sonrisa ni mirarla, continúe utilizando la licuadora para batir la mezcla de leche evaporada con queso crema, grenetina; azúcar, jugó de limón y vainilla. Cada vez que mi madre intentaba decir algo, yo encendía la licuadora y por causa del ruido, ella callaba.
