Cuando era una bebé mis padres me abandonaron, pero eso nunca me impidió ser feliz. Conocí a Dios desde mi niñez y me fue más fácil llevar las cargas de la vida. Durante mi adolescencia libre batallas de las cuales pensé que nunca iba a salir, a vec...
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Ya han pasado dos años, desde que acepté ser novia de Declan. Toda esta parte del trayecto de nuestras vidas ha sido complicado por el hecho de que vivimos en ciudades diferentes. Sabemos de más que está relación, a pesar de la lejanía y el poco tiempo que tenemos para vernos en persona; a perseverado no sólo porque damos todo de nosotros sino que sin importar las cosas que pasen ponemos a Dios como el centro de nuestras vidas. Ya que con Dios todo es posible.
Siempre he dicho que si la sociedad de hoy día fuera Cristocentrica, habrían más relaciones funcionales y menos familias destruidas.
Días después de que Declan y yo iniciamos la relación, conocí a su madre. Su nombre es Lea, es una excelente mujer; Desde el primer día en que nos conocimos nos empezamos a llevar bien. Al que no le caí muy bien fue a su padre Paul, porque según él, yo fui quien convenció a su esposa para que sea cristiana y se vuelva aún más loca; lo cual no es cierto porque quien convence de pecado es el Espíritu Santo.
Pero a pesar de que no le agrado para nada, no me ataca ni mucho menos ataca a su hijo por mi causa, es respetuoso pero eso no le impide mostrar su disgusto con la expresión de su rostro o hacérselo saber a su cuando están en privado.
Lea❤: Hola!! Sé que estas muy ocupada y que por eso no te preocupas mucho por tu alimentación. Entonces, te guarde comida, puedes pasar por ella cuando puedas ;).
-¡Muchas gracias!❤
Redirigí mis pasos, los cuales iban de camino al McDonald's a comprar la misma comida chatarra de siempre; para así encaminarme hacia la casa de Lea a buscar una comida que le favorecerá más a mi cuerpo.
Desde un inicio ella me empezó a tratar como si fuera su hija; me brinda todo el cariño que tiene pero así mismo me regaña, sobre todo en estos días que no he cuidado muy bien de mi alimentación por causa de que me la he pasado muy cansada y con poco tiempo por culpa del trabajo y la universidad. Entonces, en lugar de cocinar prefiero comprar comida chatarra o simplemente dormir sin comer porque eso es otro problema, apenas y tengo tiempo para dormir.
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e encontraba en el centro de la ciudad y gracias a que su casa no queda muy lejos de allí, decidí caminar y llegue en cinco minutos. Parada en la entrada, antes de que pudiera alcanzar a tocar el timbre, el Señor Barclay salió; lo saludé con mi mejor sonrisa, en cambio él lo hizo de mala gana mi intento sonreír, y me dejó la puerta abierta para que entre en la casa. Resople, tal vez no dice nada en contra de la relación que llevo con su hijo pero en parte me duele su indiferencia porque siempre imaginé llevarme bien con su padre, pero muchas veces, la realidad es muy diferente a lo que dice nuestra imaginación.
—¡Hola cariño! —apenas me vio, me saludó con toda la alegría y el amor del mundo. Sonreí y le correspondí el abrazo con la misma alegría —¿Cómo estás?
