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RUIDOSO SILENCIO

No nos damos cuenta

de la existencia

de algunos sonidos

hasta que se detienen.



GRACE


El viaje dura diversas horas, pero, por lo que podemos observar, aún permanecemos en territorio de Femtania. Aprovechamos el tiempo que tenemos para nosotros dos solos con el propósito de ponernos al día.

—¿Cuáles querrías que fueran tus últimas palabras? —le pregunto a Alan—. Si pudieras elegirlas, claro.

Se queda pensativo durante varios minutos.

—«Todas las historias están escritas...» —cita—. ¿Y tú?

Ahora soy yo la que permanece en silencio para poder exprimir mi cerebro. La verdad es que no suelo pensar mucho en la muerte.

—«...por la eternidad» —complemento su cita.

—«Todas las historias están escritas por la eternidad» —menciona en un susurro, juntando ambas partes—. Queda bien —puntúa.

—Sí —coincido.

—Pero, ¿por qué hablamos sobre la muerte? —cuestiona Alan retóricamente—. Hablemos de algo más... —busca las palabras idóneas— adecuado para la situación.

—Es tu turno —señalo—. Te toca preguntar a ti.

Asiente y se muerde el labio mientras piensa.

—¿Qué hizo que me dejaras entrar en tu castillo el primer día de la Semana del Permiso?

—Ya sabes —empiezo— que mi mayor sueño siempre había sido conocer a un chico...

—No —me interrumpe—, no me refiero a eso.

—¿Qué quieres decir?

El silencio se instala de tal manera que me doy cuenta de que el leve zumbido del autoavión existe.

—¿Hay algo...? —su voz se quiebra ligeramente, pero en ningún momento parece estar avergonzado de mostrarse tal y como es—. ¿Hay algo en mí que llamara tu atención?

Dejo ir una sonrisa para tranquilizarlo.

—Eres... Eres un chico al que le gusta expresarse constantemente —afirmo para comenzar— y eso me encanta, porque sé que si hace cinco siglos nos hubiéramos conocido, si el mundo no estuviera dividido, ni siquiera nos habríamos mirado a la cara; ni habríamos dicho una sola palabra.

»Los chicos de esa época destacaban por demostrar su aparente fuerza y por no mostrar sus vulnerabilidades ante los demás, pero la realidad es que todos las tenemos queramos o no. Y lo que hemos de aceptar de la División del Mundo y de la creación de Femtania y Homotania es que se han suprimido las definiciones de «masculinidad» y «feminidad» que tenían normalizadas en la sociedad, para simplificarlas hoy en día a «humanidad». Todos sentimos y todos lo expresamos.

»Por eso estoy contenta de que nos haya tocado vivir en esta época, porque todo lo que dices, todo lo que expresas es puro arte. Puede que lo hagas inconscientemente, pero es así, Alan.

—Creo que no has respondido a mi pregunta, Rapunzel —indica con una sonrisa divertida—. Te has ido por las ramas.

Suspiro dramáticamente y niego con la cabeza. Sé lo que realmente quiere que conteste, pero no encuentro la manera de dejarlo ir sin más.

Siete díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora