Folie à Deux (Frerard) [traducción]

Capítulo 11.

Punto de vista de Gerard.

Estaba empujando lentamente la relación a sus límites. No era que no estuviera satisfecho con los pequeños toques y besos en la mejilla, era sólo que a partir de hoy habíamos estado juntos durante cuatro meses completos.

Tenía esta curiosidad molesta que me volvía loco y mi cuerpo ansiaba el contacto físico.

Cuatro meses, ahora. Cuatro meses enteros.

Eso es un tercio de un año.

Frank todavía estaba siempre tan nervioso. Todavía temblaba, a veces, cuando nos tomábamos las manos. Quería besarlo, pero no quería romper la cuidadosa confianza que teníamos.

Mi habitación se había convertido en suya, más o menos.

Él golpeó la puerta antes de entrar, como siempre, y yo suspiré.

- Frank, no tienes que tocar antes de entrar - Entró y cerró la puerta detrás de él, parpadeando hacia mí.

- Está bien... - Me moví ligeramente en mi cama.

- Ven aquí. Acuéstate conmigo.

Hizo lo que le pedí, primero se quitó los zapatos y luego se sentó a mi lado, acurrucándose un poco.

- ¿Gerard?

- ¿Sí?

- ¿Estás bien?

Cerré los ojos.

- Si estoy bien - Sus dedos rozaron mi mejilla.

- ¿Estás seguro?

Respiré temblorosamente.

- Estoy bien, Frank. No me equivoco con mis propias emociones, eso sería estúpido - Suspiró, apoyando su mano en mi pecho.

- Está bien. Simplemente pareces...

- No 'parezco' nada. Yo 'soy'. No oculto mis emociones.

Él dejó de hablar después de eso. Sentí un arrepentimiento momentáneo por ser grosero, pero realmente no me importaba. Yo estaba enojado. ¿Por qué?, no estaba realmente seguro, pero estaba enojado y eso era suficiente. Estaba enojado, decepcionado y triste, odiaba todo y a todos y a mí mismo.

Ugh, qué lamentable soy, me estoy ahogando en un mar de odio a mí mismo y ni siquiera tengo una razón para ello.

Al darme cuenta de que no tenía una razón para estar de tan mal humor, solo empeoré las cosas y sentí que quería vomitar.

- Tu mamá y Mikey salieron - dijo Frank de repente, inclinándose hacia adelante - Vamos a sentarnos en el sofá de la sala a fumar un cigarrillo. Te ayudará a distraerte de las cosas.

Quería discutir, pero de todos modos fui con él.

Nos sentamos en silencio por un largo tiempo, Frank se acurrucó en mi regazo con su cabeza en mi hombro y mis brazos se enroscaron alrededor de él. Pasamos el cigarrillo de un lado a otro. No estaba de humor para hablar, solo quería tocar y fumar.

Presioné mis labios detrás de su oreja ahogándome en la sensación de nuestra piel al rozar, cerrando los ojos mientras trazaba besos cuidadosos por su mandíbula.

- Gerard - dijo en voz baja, dando una calada al cigarrillo.

- ¿Sí? - Susurré, respirando el humo, tocando con mi nariz su cuello. Parecía avergonzado.

- ¿Puedes no...? Uh... - Parpadeé hacia él.

- ¿Qué? - Se agachó un poco, apartando la mirada. Puso el cigarrillo entre sus labios, murmurando alrededor de él.