Capítulo 38.

280 31 27
                                    

Ya es el último capítulo ¿Pueden creerlo?
Así que prepárense para el mensaje emotivo de despedida.

Primero que nada, perdón por tardar en actualizar incluso en el capítulo final, pero a pesar de eso, logramos llegar juntas hasta aquí. Gracias por leerme, comentar, votar y apoyarme cada vez que publico una historia, a veces no es fácil escribir y toma bastante tiempo pero en serio agradezco su paciencia. Además siempre me anima leer sus comentarios.

Así que espero leerlas en el futuro con una nueva historia que ya está en camino ♥️

Mensaje de la autora:
"La historia acaba aquí pero Gerard y Frank aún son jóvenes, tienen mucho por vivir y disfrutar. Decidí no hacer que parezca un final, sino un comienzo para lo que les queda por aprender juntos. Y no, no habrá una segunda parte."
.
.
.
.
Punto de vista de Gerard.

Podrías decir mucho sobre una persona al ver cómo actúa en un cementerio. Podrías decir mucho más si realmente, ya sabes, hablas con ellos, pero los cementerios tienen muchos secretos. Son privados pero de naturaleza irritantemente abierta, son lugares crudos y perturbadores. La gente llora allí, se enojan. Sin embargo, los cementerios son extremadamente honestos, así que supongo que eso es lo que me gusta de ellos. 
Los nombres y las fechas en las lápidas no mienten. 

En donde enterraron a mi abuela no era el mejor lugar. La hierba crecía rápido, desde hace tiempo que parece enredada en algunos lugares. Las colinas parecían hundirse con el peso del duelo de las familias, que lloraban entre las viejas cercas de hierro. Todo el lugar parecía cansado. Cansado, triste y muy solo. 
Estaba oscuro, después de todo son las jodidas cuatro y media de la mañana, pero no era espeluznante ni nada. Nunca he tenido miedo de los cementerios, encontré que su atmósfera es tranquila. 

No importaba quiénes somos, qué hemos hecho o cómo habíamos muerto, de todas formas terminaremos enterrados con piedras talladas como coronas sobre nuestras cabezas. Al final, todas las criaturas vivientes somos iguales y supongo que eso me resultó reconfortante, porque no importa la terrible persona que me sentía a veces, cuando esté muerto ya nadie tendría que soportar eso. No sería más que otro pedazo de hierba con una corona de piedra. 

- Debí traer café - le dije a la piedra gris frente a mí - Sé que probablemente sea raro verme sin ninguno - Mi metáfora de la corona encajaba perfectamente, siempre había querido tratar a mi abuela como una reina y saber que aún podía hacer eso, logró que las cosas se sintieran bien nuevamente - Pero se habría enfriado para cuando llegué aquí. También iba a hacer café para Frank, pero pensé que se habría enojado si lo despertaba.

Estaba oscuro y me sentía un poco tonto hablando con una mujer muerta. 

- Está terriblemente silenciosa la mañana - le dije - Como si todo el mundo estuviese dormido, o algo así.

Me senté en la hierba, estaba seca y el suelo era duro. Era extraño pensar que mi abuela estaba en una caja a seis pies debajo de mí y ese pensamiento hizo que me temblaran las manos.

- Estaré bien - dije, pero ambos sabíamos que estaba mintiendo. 

Me pasé una mano por el cabello tratando de darle a mis dedos algo que hacer además de temblar. Me sentí acorralado, como un niño asustado escondido en una esquina. Tenía los pies apoyados en el suelo, la barbilla apoyada en las rodillas y los muslos tan cerca del pecho como podía. 

- Desearía que estuvieras aquí. Te encantaría el clima.

Incliné mi cabeza hacia atrás y miré al cielo. Estaba oscuro, así que todavía había estrellas en el cielo. 

Folie à Deux (Frerard) [traducción] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora