Mi chico malo [SasuNaru]

1) Maestro nuevo

Narradora

Las mañanas no eran fáciles para los alumnos de la preparatoria. Siempre corriendo de un lugar a otro por llegar tarde.

Pero no era el caso del rubio. Caminaba tranquilo a su salón aún cuando era tarde. Siempre despreocupado.

Su mochila colgaba en su espalda, su uniforme arrugado y fuera de lugar, su cabello alborotado por el viento o porque no se peino. En su mejillas llevaba una vendita ocultando el golpe que hace unos minutos provocó una pelea.

Sin permiso abrió la puerta de su salón haciendo un chirrido muy escandaloso.

Todos los presentes miraron a la puerta por el reciente sonido. El rubio miro hacia dentro y notó algo raro. Su maestro de matemáticas no estaba y en su lugar estaba un joven azabache muy molesto.

—¿Quién eres tú? Y ¿Por qué interrumpes la clase? -dijo claramente enojado.

—Eso debería preguntar yo ¿Quién es usted y dónde está el anciano calvo? -dijo con burla haciendo que el azabache frunciera más el ceño.

—No sea irrespetuoso jovencito.

—Lo que sea...-dijo mientras se dirigía a su lugar.

—¿A donde cree que va? -preguntó el azabache crusandose de brazos.

—Pos a mi lugar ¿Acaso está ciego? -rió el rubio, tomo asiento y lo miró divertido.

El azabache se frustró, siendo su primer día en la preparatoria y ya tenía problema con uno de sus alumnos.

—Mire joven, la próxima vez que llegue tarde no entrará al salón ¿Queda claro? -el rubio se encogió de hombros dándole importancia.

El azabache rodó los ojos y volvió a posar los ojos en sus alumnos.

—Bueno... antes de la intromisión de su compañero me estaba presentando; Mi nombre es Sasuke Uchiha, pueden llamarme maestro o profesor o cómo se sientan cómodos, desde hoy les impartiré matemáticas, espero llevarme bien con ustedes -terminando su breve presentación los alumnos dieron unos aplausos por cordialidad.

—Bien miss Uchiha -algunos rieron por el comentario impuestó por el rubio —¿Que? Usted dijo que lo llamaranos como nos sintieramos cómodos, y me siento cómodo llamándolo "miss" -rió divertido al ver la expresión de fastidio de su maestro.

—Salga -dijo con seriedad.

—Hay, no me venga con cosas, solo era una broma -dijo rodando los ojos.

—Salga -repitió, al ver qué el azabache no iba a ceder se levantó de su asiento y se dirigió a la salida.

—Que amargado -le dijo al salir el rubio mientras le sacaba la lengua.

Que infantil, pensó el azabache al ver ese gesto.

Las clase siguió lo normal y el rubio ya estaba cansado de estar parado afuera del salón de clases. Maldecia repentinas veces a su nuevo profesor.

—Idiiiiiota -dijo sacando un suspiro.

—Ja, y usted un chico muy infantil para su edad -escucho a su espalda.

El rubio giró su rostro y visualizo a su profesor que lo miraba con una ceja alzada.

—¿Que? -dijo el azabache al ver qué el rubio no le quitaba la mirada de encima.

—Usted es muy joven para ser un cascarrabias -dijo el rubio sonriendo, al ver la expresión de disgusto del azabache.

—Es mejor que entre mocoso - el rubio rodó los ojos y entro no sin antes darle la última mirada a su maestro.