Mi chico malo [SasuNaru]

21) Partido.

Naruto sentía sus huesos crujir, se movió un poco pero las manos de Sasuke detuvieron su acción. El azabache se aferraba a su cadera y murmuraba palabras inentendibles. Sasuke seguía dormido.

Con resignación se vuelve a acomodar en la cama. Se deja tomar por Sasuke, que se ve jodidamente bien cuando duerme.

¿Cuanto ha pasado desde que inició la cercanía con Sasuke? Quizá cuatro meses o quizá mas. No lo sabe con certeza.

El partido solo está a tres días y muchos están emocionados. Pasó entrenando por un mes completo.

Pero eso no le preocupa. Sólo está a tres meses para que sus estudios terminen y con eso, casarse.

Le aterra la idea y se siente mal. Sólo tiene tres meses para estar con Sasuke. Y luego solo salir de su vida como si nada hubiera pasado.

No escribieron alguna clausura, desde el principio solo fue un juego. Y la única regla quizá sería, no enamorarse.

Naruto está sintiendo que ha comenzado a llevar su derrota. Debe admitirlo pero sus labios se niegan a abrirse, sus dientes retienen las palabras, las capturan en su garganta.

Esta seguro que le dolerá. No está listo para dejar ir al azabache.

No entiende como su maestro se volvió importante. Debía ser un juego, un rol. Ellos no pueden estar juntos con la simple razón que ambos viven mundos diferentes.

Antes el rubio quería vivir la vida que lleva. Pero desde hace unas semanas ha dudado, quiere renunciar, huir y dejar todo votado.

¿Pero Sasuke vale la pena?

No está seguro.

Su abuela podría cortar su cuello con solo mencionar que le importa una persona que no sabe del mundo que lleva. Un simple hombre que trabaja como maestro, un edecador que le vale una mierda el futuro de sus estudiantes.

Por que es así, a Sasuke no le importa. Él no es el típico maestro que alienta a sus estudiantes a terminar la universidad o de que se alejen de las drogas porque es malo. No, Sasuke solo le importa que aprendan y lo demás lo deja excluido.

Sasuke parecía no tener sentimientos, aparte de enojo o disgusto. Como si no conocía como sonreír. Eso fue lo que le llamó la atención a Naruto. Sasuke era muy impotente.

El rubio conoció al Sasuke amable, al Sasuke que solo le daba caricias y lo hacía avergonzar. Las sonrisas eran dedicadas solo a él y eso conmovió a Naruto. Lo lleno de calidez saber que Sasuke solo era amable con él y para él. Quizá es por esa razón que se sintió especial.

---Que estupidez -balbucea con pesadez.

---¿Que es una estupidez? -pregunta el azabache a su espalda.

Naruto siente la mano de Sasuke pasear por su brazo hasta llegar a su espalda donde traza patrones imaginarios.

---Nada -asegura sin mucha importancia.

Sasuke se levanta hasta sentarse en la cama. Atrae al rubio a sus brazos y lo sienta en su regazo.

Naruto tiene un leve rubor, se siente una pluma cuando Sasuke lo alza. Se siente débil y frágil. Y eso también lo hace sentir patético.

---¿No es nada? -pregunta acariciando la mejilla del rubio con su nariz.

Naruto asiente y una sonrisa tonta se dibuja en sus labios. Sasuke lo ve con adoración y toma una decisión.

Besa la mejilla del rubio y deja que Naruto acomode su rostro en su hombro, pasa su mano por la espalda del chico y acaricia con suavidad.

A Sasuke le gusta tener a Naruto en su cama y con su cabello revuelto tocando su rostro. No quiero tenerlo lejos.