Mi chico malo [SasuNaru]

3) De hoy en adelante

Naruto al bajar del auto corrió dentro de la enorme casa, subió las escaleras recibiendo regaños de su educador por subir deprisa.

Sin importar los "ten cuidado demonio" llegó a su destino, sin pedir permiso entró y en vez de recibir un regaño recibió sonrisas de lado de sus abuelos.

-¡Abuela, viejo pervertido! -saludó lanzándose a los brazos de una rubia corpulenta.

-¡Oye mocoso mas respeto! -gritó ofendido un hombre mayor de cabello blanco.

-Ya Jiraiya, no regañes al niño -habló con suavidad la mujer mientras acariciaba los cabellos dorados del menor la cual le saco la lengua al hombre.

-¡Deja de malcriarlo! -regañó pero ninguno de los dos le prestaron atención -es por eso que quiero el divorcio -murmuró. Los tres se rieron.

-Si aja como si pudieras -mencionó la mujer.

-Si mi abuela te pide el divorcio te mueres viejo -siguió el rubio.

-Los dos son tal para cual -habló irónico -mejor dame un abrazo mocoso malcriado -el rubio no se negó ante la petición del adulto.

El rubio era un demonio hostil en la escuela pero con sus abuelos era un ángel, su actitud era diferente y eso le gustaba a ambos adultos, ellos mismo fueron que forjaron el carácter del rubio para que no lo lastimaran o trataran de humillarlo.

Y también por otra razón, llevar su negocio mas adelante, el rubio era listo y esa era una de las razones por la cuales lo escogieron.

-Vamos a cenar para poder ponernos al corriente -dijo la rubia.

-¡Claro abuela! Me iré a dar una ducha -anunció el rubio con una sonrisa al salir de la habitación.

-Es tierno ¿no?

-Es un jodido demonio con cara de ángel ¡auch! -el de cabellos blancos se sobo la cabeza por el reciente golpe.

-No digas tonterías, él es un lindo ángel -salió hecha furia la rubia.

-Uy si como no -dijo entre dientes.

-¡Te escuche viejo!

-¡Bruja!

(...)

La cena paso "tranquila" para la familia, el rubio le contó a sus abuelos lo que había hecho durante la semana.

-Con que un maestro nuevo ¿no?

-Si abuela, es muy gruñón y muy guapo -bromeó el rubio.

-¿Guapo? No será que te gusta, sabes que tendríamos problemas ¿verdad?

-No, no me gusta, bueno no lo se, es sexy -rió el rubio entre dientes, la mujer fruncio el ceño y negó.

-Naruto -advirtió.

-¿Que abuela? Aun soy joven, y además virgen, no quiero morir así -se quejó.

-Bueno, supongamos, digo, supongamos para que no te hagas ilusiones, que te acuestas con tu profesor y que por accidente quedes...

-¡Ay! ¡No! Jamas, no soy tan tonto abuela, viejo dile algo para que deje de hablar -el mayor miró al rubio para luego a su esposa.

-Ya déjalo, él sabe muy bien lo que hace, si puede disparar un arma, no dudo que pueda resolver eso, sus hormonas están sueltas por la edad -comentó sin interés el hombre.

-¿Ves? Ya abuela no seas amargada, además todos creen que soy un varón -dijo el rubio con un guiño. La mujer rodó los ojos antes de darle otra advertencia.