Mi chico malo [SasuNaru]

28) Paz

Llevaba mucho tiempo en el auto. Su rostro está sobre la ventanilla mirando las calles a su paso. Pero le resultó extraño al notar que no era el camino que debían tomar. Quizá el chofer tomo la ruta más larga para llegar al salón.

Naruto no le dio importancia. Sus pensamientos los ocupada Sasuke ¿que estará haciendo? ¿Karin lo estará consolando? Fruncio el ceño molesto ante lo último. No quería que Sasuke estuviera con nadie más pero ahora ya no tenía el derecho para reclamar.

Sasuke ya no le pertenecía. Ahora ambos tienen rumbos diferentes. Ojalá que en un futuro se vuelvan a ver. Naruto adulto y Sasuke, bueno Sasuke seguiría siendo sexy aún cuando envejezca.

Sonrío ante ese pensamiento. Sería bueno que tuvieran una vida juntos. Formar una familia.

Pero todo esos pensamientos se quedarían como simples fantasías creadas por su cabeza. Nada de eso puede ser posible.

Se concentró en la ventana y sus ojos destellaron confusión. Ese no era el camino y estaban saliendo de la ciudad. Su corazón latió lleno se miedo.

Algo huele mal y no era el gas que hace unos minutos se echó. Bueno quizá si era un poco eso. Pero no era a lo que se refería.

Trato de bajar la ventana pero como era de esperarse, el auto era automático y todo lo controlaba el chofer. Tocó la ventana corrediza para llamar la atención del conductor.

---Disculpe, se ha equivacado de camino -sonó traquilo pero moría de nervios.

Cuando la respuesta no llegó su corazón golpeó con fuerza su pecho. Debía mantener la calma. No sólo su vida podía correr peligro.

---Oye. El camino está errado. Mi boda está en la dirección contraria -volvió a tratar. Pensado que el conductor no lo escucho la primera vez.

Pero de nuevo no escuchó respuesta. Alarmado comenzó a golpear la ventanilla con fuerza.

---Escucha maldito, viejo o vieja, enano o troll, ¡déjame ir o te arrepentirás! ¡la familia de mi prometido te arrancará la piel y te convertirán en un adorno decorativo!  -grito furioso.

Mordió su labio con fuerza cuando no escuchó nada. ¿Que haría?

Se volvió a sentar y observó por la ventana, ya han salido de la ciudad y estaban en la autopista. Temía que le pudiera pasar algo. Tantos enemigos que su familia se cargaba encima que no pudo encontrar algún culpable.

---Hey sujeto, te pagaré el doble si me dejas ir, además me puedes pedir lo que sea -intento negociar.

Pero tampoco funcionó. Se molestó. Algo debía hacer antes de llegar al destino de su secuestrador. Sabe que si llegan todo estará perdido.

Paso su mirada, buscando algo que podría ayudarlo a escapar. Debía pensar con calma. La vida de su hijo corría peligro si hace algo precipitado. Todo su entrenamiento debía rendir frutos ahora, más que todo.

Busco bajo su asiento y una sonrisa apareció en su boca cuando toco algo de metal. Al notar que era una llave de auto, era pesada y toco con sus dedos la ventana  y notó que no era resistente.

Planeo todo en su cabeza con rapidez. Cuando volvió a poner su vista en el camino se fijó que ya han salido de la autopista. El camino era de tierra y por ante la velocidad del automóvil disminuyó. Su vista cayó en varios árboles que se levantaban en el camino. Un bosque ¿acaso la escena podía ser más aterradora?

Se quito su saco blanco y lo colocó alrededor de su cuello. Era ahora o nunca. Golpeó con fuerzas la ventana y está se rompió en segundos. Con su saco en sus manos quito el cristal del las esquinas, así no podria lastimarse al salir por la rota ventana.